Un acontecimiento sin precedentes ha encendido la esperanza en la conservación de la fauna silvestre en México. La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) confirmó el primer registro de un lobo mexicano nacido en libertad dentro del Área de Protección de Flora y Fauna Campo Verde, en el noroeste del estado de Chihuahua.
El descubrimiento se logró gracias al monitoreo comunitario constante con cámaras-trampa. Al ser revisado por César Hernández, jefe del área, se identificó que se trataba de un lobo sin collar GPS, lo que indica que nació en libertad, producto del programa binacional de reintroducción entre México y Estados Unidos.
Un avance de más de 50 años de conservación de la especie de lobo mexicano
El avistamiento se suma a las acciones emprendidas desde 2012, cuando iniciaron las liberaciones de ejemplares en Chihuahua. Este hallazgo representa una esperanzadora señal de reproducción en libertad, algo que no se había logrado en más de cinco décadas.
Desde 2014 se ha documentado el asentamiento de lobos en vida libre, pero es la primera vez que se registra un nacimiento confirmado en estas condiciones, lo que fortalece el objetivo de formar poblaciones estables y autosuficientes en territorio nacional.
Lobo mexicano: de “el malo del cuento” a símbolo de conservación
El lobo mexicano es el cánido silvestre más grande de México. Pesa en promedio 33 kg y mide entre 130 y 180 cm del hocico a la cola. Su color varía del blanco al negro, aunque generalmente presenta tonos grisáceos. Es un depredador tope, que habita en manadas o grupos familiares, y originalmente se alimentaba de especies como venados, berrendos, pecaríes y conejos.
Antes de su extinción en vida libre, se distribuía en bosques templados y pastizales desde el norte hasta el centro de México, incluyendo estados como Chihuahua, Durango, San Luis Potosí, Coahuila, Zacatecas, Aguascalientes, y el Bajío. Actualmente, su población silvestre se estima entre 30 y 35 ejemplares.
Gracias a los esfuerzos de conservación, pasó de estar clasificado como “extinto en vida libre” a “en peligro de extinción”, según la NOM-059-SEMARNAT-2010.
Compromiso comunitario y conservación activa “salvan” al lobo mexicano
El trabajo de vigilancia y monitoreo por parte de las comunidades locales, en conjunto con la Conanp, ha sido clave para este éxito. Se promueve la educación ambiental, el apoyo a ganaderos ante posibles eventos de depredación y el fortalecimiento de programas como el Fondo de Aseguramiento Rural.
Con estas acciones, no solo se protege al lobo mexicano, sino también se genera una cultura de coexistencia entre comunidades y fauna silvestre, vital para la sustentabilidad ecológica de México.