El monitoreo constante de ciclones tropicales revela factores oceánicos de gran relevancia que actualmente presentan similitudes preocupantes con las condiciones previas a “Otis”, según análisis recientes y de acuerdo con lo informado por el meteorólogo Fermín Adame sobre huracanes.
Registros de 28 grados Celsius a profundidades sugieren energía para fortalecer ciclones
Uno de los elementos cruciales es la temperatura superficial del océano, la cual, para la formación de un ciclón tropical, requiere un umbral mínimo de 26.5 grados Celsius. Los datos actuales indican que esta temperatura ha sido ampliamente superada, estableciendo un escenario propicio para el desarrollo de este tipo de fenómenos meteorológicos.
Otro aspecto fundamental bajo la lupa de los expertos es la temperatura en las profundidades del océano. Esta variable es determinante, ya que proporciona la energía necesaria para que un ciclón se fortalezca y mantenga su intensidad.
Registros de 28 grados Celsius a profundidades sugieren energía para fortalecer ciclones
Los informes más recientes de esta semana, obtenidos a través de termómetros instalados frente a las costas de Guerrero a profundidades de 15 y 30 metros, han arrojado registros de 28 grados Celsius. Esta cifra se considera significativamente elevada y sugiere una gran disponibilidad de calor en las capas subsuperficiales del mar.
Condiciones oceánicas recuerdan a las previas al huracán Otis, alertando sobre actividad ciclónica
La combinación de una temperatura superficial oceánica elevada y una temperatura inusualmente cálida en las profundidades genera un paralelismo inquietante con las condiciones oceánicas que se observaron antes de la llegada del huracán Otis.
Esta analogía sugiere que podríamos anticipar una actividad ciclónica acelerada durante esta temporada en la zona frente al estado de Guerrero. Las autoridades y la población deben permanecer atentas a los pronósticos y recomendaciones emitidas por los organismos especializados para tomar las precauciones necesarias ante la posible intensificación de la actividad ciclónica en la región.