En Chilpancingo, Guerrero, un grupo de mujeres decidió ponerle fin a su temor de sentirse intimidadas o acosadas en sus actividades cotidianas y ahora reciben clases de jiu-jitsu.

Son mujeres adultas y niñas que aprenden ya las técnicas que les permitirán defenderse, expertos en la salud afirman que practicar jiu-jitsu combate los síntomas de la depresión, el estrés y regula la condición física.