En la frontera de Chihuahua y Nuevo México, la Patrulla Fronteriza localizó un grupo de 38 migrantes que entraron ilegalmente a Estados Unidos, provenientes, en su mayoría, de Sudamérica. Algunos de ellos brincaron el muro, mientras otros tuvieron que romper la malla metálica para ingresar por el desierto al lado norteamericano.
Reynaldo Lara, reportero de Fuerza Informativa Azteca (FIA), cruzó muy temprano la frontera para recorrer el muro y las zonas de riesgo a lado de la Patrulla Fronteriza. En lo que va de la semana han muerto siete migrantes que intentaban llegar al otro lado con un calor intenso que llega a los 40 °C, por lo que en el desierto, el calor y los rayos del sol son los principales riesgos a los que se exponen los migrantes.
La Patrulla Fronteriza cuenta con cuerpos de rescate y trabajan con las autoridades locales; sin embargo, la cantidad de migrantes que se encuentran en riesgo al llegar a este punto es muy grande.
Localizan 38 migrantes en la frontera
Mientras Reynaldo Lara y la Patrulla Fronteriza recorrían el muro, encontraron a un grupo de 38 migrantes que caminaban en el desierto. Las autoridades descendieron e hicieron que se detuvieran para poder realizar los procedimientos correspondientes.
Al preguntarles sobre su procedencia, los migrantes mencionaron varios países, en su mayoría de Sudamérica, como Ecuador, República Dominicana, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, entre otros. En el grupo había hombres, mujeres y menores de edad, de los cuales algunos venían acompañados de sus padres y dos completamente solos.
El oficial de la Patrulla Fronteriza procedió a solicitarles que se quitaran las agujetas de sus zapatos y cinturones, así como entregar cualquier artefacto punzocortante mientras llegaban las demás unidades de apoyo para trasladar al grupo al centro de procesamiento donde enfrentarán consecuencias por haber ingresado a territorio estadounidense de manera ilegal.
Cabe mencionar que al preguntarles cuánto tiempo llevaban sin tomar agua, la mayoría de los migrantes respondió que “algunos días”. Además, una de las migrantes, que viajaba junto con su hija, mencionó que han sufrido hambre, maltratos, que les han cobrado mucho dinero y los tratan muy mal, hasta les han sacado revólveres para que aguanten horas y días sin comer.
Mientras llegaban las demás unidades se les solicitó a los migrantes que colocaran sus documentos como identificaciones oficiales y pertenencias de valor (celulares o joyería) en bolsas de plástico para que puedan ser procesados más rápidamente.
