La muerte de Athos y Tango, los perros rescatistas de Querétaro envenenados con salchichas, no ha quedado impune, concluyó juicio con amparo promovido por el asesino de los animales. El Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Vigésimo Segundo Circuito resolvió el amparo directo penal 68/2023 y declaró constitucional el artículo 246-D BIS del Código Penal para el Estado de Querétaro, que prevé y sanciona el maltrato y crueldad animal.
Las penas se van incrementando según la modalidad o resultado que se causen, ya que no vulnera el principio de legalidad en materia penal, en su variante de taxatividad, pues los destinatarios están en aptitud de saber con exactitud las conductas que se sancionan en la ley.
Asimismo, el Tribunal Colegiado estimó correcto que se tuviese por acreditado el delito contra los animales, que los perros eran rescatistas de la Cruz Roja de la ciudad de Querétaro; sin embargo, consideró que la conducta reprochable solo es constitutiva de un delito, no así de tres delitos autónomos e independientes, como lo determinó la autoridad penal responsable, bajo la figura del concurso ideal de delitos.
Los magistrados fijaron las bases para que se cuantifique el precio de los caninos, ya que no se encontraba debidamente sustentada la condena. El victimario fue condenado en primera instancia, entre otras penas, a diez años, seis meses de prisión y multa de 1, 200 UMAs; consta en la narrativa de la carpeta de investigación que el 13 de junio de 2021, dejó en las jardineras del área común de una privada donde vive en la ciudad de Querétaro donde los perros de la Cruz Roja ingirieron las salchichas envenenadas.
¿Quiénes eran Athos y Tango?
Athos era un perro Border Collie entrenado por un rescatista de la Cruz Roja para hacer labores de rescate de personas desaparecidas. Durante el terremoto del 19 de septiembre de 2017 de la Ciudad de México, Athos participó en la búsqueda en personas desaparecidas entre los escombros.
También participó en la búsqueda de sobrevivientes de la erupción de un volcán en Guatemala en 2018. Tango, de la raza Yorkshire, fue un perro adiestrado para el apoyo psicológico de niños con trastornos de ansiedad, estrés postraumático y síndrome de Down.
