Una familia residente en Nueva York vive una pesadilla emocional tras descubrir un error de proporciones inimaginables: su hermana, declarada oficialmente muerta el año anterior, se encuentra en realidad con vida y residiendo fuera del estado.
Shanita Hopkins relató para un medio estadounidense una situación que desafía toda lógica. Su hermana, Shanice Crews, había sido reportada como desaparecida en julio de 2021. La preocupación familiar creció ante su repentina incomunicación y el abandono de sus dos hijos.
Le dijeron a la familia que habían encontrado el cuerpo de su hermana en un baldío
La noticia que recibieron en abril de 2024 fue devastadora. La policía les informó que Shanice había fallecido dos meses antes, en febrero, y que su cuerpo había sido encontrado en un terreno baldío de Rochester, Nueva York.
El informe forense atribuyó su muerte a una sobredosis de drogas, con niveles alarmantemente elevados de cocaína en su organismo. A pesar de llevar tres años sin contacto, Shanita insistía en que su hermana nunca había estado involucrada con esa sustancia.
La lectura del informe post mortem resultó un golpe brutal para la familia. Debido al avanzado estado de descomposición del cuerpo, a la familia se le negó la posibilidad de verlo, lo que condujo a una cremación inmediata. Durante el verano pasado, se llevó a cabo un servicio conmemorativo y un funeral en honor a Shanice.
Un mensaje con una fotografía de su hermana reveló la verdad
Sin embargo, en noviembre de 2024, un mensaje de texto de un desconocido en Detroit sacudió a Shanita hasta la médula. El mensaje venía acompañado de una fotografía de su hermana, sana y salva.
El primer mensaje decía: “Señora... estoy preocupado. Su hermana no está muerta. Ella fue voluntaria en mi evento hoy”. Inmediatamente, Shanita se comunicó con la policía, quienes la dirigieron a la Oficina del Médico Forense del Condado de Monroe. Allí, le aseguraron que los registros dentales coincidían con la persona fallecida. Pero Shanita no estaba convencida y mostró las fotos y los mensajes al personal de la oficina. Esto desencadenó una investigación.
“Fuimos al día siguiente. Querían a mi hermana menor, porque ella y Shanice comparten padres, y también a su hijo. Ambos se sometieron a una prueba de ADN, y los resultados fueron concluyentes: no había coincidencia”, explicó Shanita, confirmando así que los restos cremados no pertenecían a su hermana, relató para el medio WROC.