El obispo católico nicaragüense Rolando Álvarez fue devuelto a prisión luego de que fracasaran las negociaciones entre el gobierno de Nicaragua y representantes de la Iglesia sobre los términos de su liberación, informó el miércoles un medio local.
Citando fuentes eclesiásticas y diplomáticas, el periódico Confidencial informó que las negociaciones se estancaron sobre si Álvarez consentiría o no salir de Nicaragua, así como sobre la posible liberación de otros sacerdotes y obispos encarcelados.
La noche del lunes 4 de julio, el sacerdote Rolando Álvarez fue excarcelado, e iniciaron negociaciones sobre si sería expulsado del país centroamericano, dijo una fuente diplomática a Reuters. Ya entonces se barajaba la posibilidad de que el eclesiástico podría ser devuelto a prisión si se negaba a abandonar la nación gobernada por Daniel Ortega.
El obispo, un destacado crítico del gobierno de Ortega, fue sentenciado en febrero a más de 26 por cargos de traición, luego de que se negara a ser expulsado a Estados Unidos. Se presumió desaparecido, pero el régimen de Ortega lo mostró para elimianr dudas sobre su paradero.
🇳🇮 | LO ÚLTIMO: Régimen de Daniel Ortega regresa a prisión al obispo Rolando Álvarez tras negarse a ser “desterrado” de Nicaragua.
— Alerta Mundial (@AlertaMundial2) July 5, 2023
Después de un mega intento por sacar a Monseñor Alvarez de la cárcel, al fin no se pudo. Las negociaciones fracasaron, el obispo está de regreso a… pic.twitter.com/Z3kgfW9iOM
Conflcito entre la Iglesia y la Nicaragua de Daniel Ortega
En Nicaragua, la relación entre el Estado y la Iglesia ha sido compleja y a veces tensa. El gobierno de Daniel Ortega, ha mostrado un acercamiento político con la Iglesia Católica en el pasado, pero recientemente ha habido crecientes tensiones.
El conflicto entre ambos se remonta a 2018, cuando se pidió a los líderes religiosos que mediaran en las protestas antigubernamentales que dejaron más de 300 muertos. Desde entonces, el gobierno ha tomado medidas para restringir las actividades de la Iglesia. Esta situación ha generado preocupación en la comunidad internacional y ha generado debates sobre la libertad religiosa y los derechos humanos en Nicaragua.
Desde abril de 2018 hasta junio 7 de 2023, el régimen de Ortega ha obligado a 77 religiosos a abandonar Nicaragua, 41 son hombres y 36 mujeres. Al menos 40 religiosos han sido expulsados en los últimos cinco años, mientras que otros 17 religiosos se marcharon al exilio alegando razones de seguridad.