En el Salón de Sesiones del Senado de la República, iniciaron los trabajos del Primer Parlamento de las Mujeres Indígenas, un ejercicio para visibilizar los múltiples obstáculos que enfrenta este sector de la población y generar acciones para erradicar la violencia política, feminicida e institucional en su contra.
Se trata de un proyecto que impulsaron los presidentes de las comisiones de Puntos Constitucionales y de Asuntos Indígenas, Eduardo Ramírez Aguilar y Xóchitl Gálvez Ruiz, respectivamente.
En la apertura del Parlamento, la presidenta de la Mesa Directiva, Olga Sánchez Cordero, se comprometió a consolidar un México incluyente, paritario y fraterno, que se una en una sola voz, a favor del respeto de los derechos de todas las mujeres del país, especialmente de las mujeres indígenas.
La Cámara de Senadores, expresó, hace un llamado a la sororidad para la expansión de los derechos de las mujeres y a una reconciliación social con las que pertenecen a los pueblos indígenas.
Fundamental promover espacios para mujeres indígenas.
Al hacer uso de la palabra, la presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas, Xóchitl Gálvez Ruiz, aseveró que es fundamental promover la participación de las mujeres indígenas en espacios políticos y en la construcción de una agenda legislativa, que combata cualquier acción de violencia política en contra de ellas.
Asentó que con este ejercicio parlamentario, se busca que las propuestas de las mujeres indígenas sirvan de sustento para elaborar instrumentos legales, así como para garantizar el derecho a su participación y representación política, tanto en el Sistema de Partidos Políticos como en los procesos de elección en sus pueblos y comunidades.
“Con este ejercicio parlamentario se busca que las propuestas que ustedes han hecho sirvan de sustento para elaborar instrumentos legales y para garantizar el derecho a la participación y representación política de las mujeres indígenas tanto en el sistema de partidos políticos como a partir de sus sistemas de elección interna en sus pueblos y comunidades”.
En su momento el senador Eduardo Ramírez Aguilar invitó a las participantes a hacer uso de sus derechos y les solicitó “iluminar” a las senadoras y los senadores con más ideas legislativas, porque “nosotros quizá podamos ignorar algunos de los temas que ustedes sufren en sus comunidades”.
Relató que él ha vivido en carne propia la violencia política que han ejercido en contra de las mujeres, en un pueblo de Chiapas en el que, al Consejo de hombres, de mayor edad, “se le derramaban las lágrimas porque no soportaban que una mujer los gobernara, pues consideraban que ellas sólo tenían dos funciones: la de cargar leña y la de tener hijos”.
Previamente, y como parte del Primer Parlamento de las Mujeres Indígenas, se realizó en el Patio del Federalismo una ceremonia tradicional Mazahua, que simboliza el fuego nuevo y la hermandad de las etnias.
En el ritual -que estuvo a cargo del Jefe Supremo Mazahua, Crisanto Maya, originario de San Felipe del Progreso, Estado de México-, participaron los senadores, Eduardo Ramírez Aguilar, Xóchitl Gálvez Ruiz y Nuvia Mayorga entre otros.