Puebla dará ‘chance’ a franeleros para operar, pero deben cumplir estos acuerdos

"¡Viene, viene, jefe!”, "¡Ahí está bueno, ya quedó!”, "¿busca lugar?”, son algunas de las frases con las que las personas los ubican. Así es, se trata de los denominados franeleros; odiados por muchos y la solución —el parote— para otros cuando ya no hay lugar para dejar el automóvil en algún estacionamiento o cajón.

En la Ciudad de México (CDMX) y en muchos estados, se han reportado quejas sobre el actuar de las personas que se dedican a apartar algún lugar, la mayoría de las veces no permitido, para que los conductores puedan dejar su carro ahí un rato o varias horas a cambio de una tarifa que los franeleros imponen, las cuales pueden ser elevadas.

A veces, se sienten dueños de la calle como si el asfalto fuera de su propiedad. Eso no es todo, sino que quienes se niegan a pagar su tarifa o caen en alguna diferencia con ellos, estos se comportan agresivos y rayan el automóvil de los clientes, a quienes amedrentan, pero no solos, sino que en ocasiones llaman a más franeleros para intimidar, como una mafia que nadie detiene.

La agrupación de franeleros se comprometió a privilegiar el diálogo y la paz, y no entrar en conflicto social por lo que ante cualquier problemática lo reportará ante la Secretaría de Gobernación del estado.

La dependencia estatal realizará un listado de franeleros en la zona y el personal de la dependencia priorizará llenar los estacionamientos de la feria, para posteriormente acomodar los vehículos en calles aledañas.

Y es que el espacio para los automóviles sigue siendo la manzana de la discordia, pues es en la zona de los fuertes los franeleros y los mismos vecinos continúan apartando los espacios en la vía pública para rentarlos como estacionamiento. Esto, ante la alta demanda ante la gran afluencia por los diferentes eventos que se realizan en la zona.

Confirmamos que quienes se dedican a esta práctica hacen cobros que van desde los 150 hasta los 400 pesos. En la zona, son los mismos automovilistas quienes ante la falta de espacio para dejar sus autos resguardados en un lugar establecido formalmente, optaron por lo más práctico según ellos, para estacionarse.

“Antes de llegar a la feria nos hacen señas de que parecen estacionamiento pero es a orilla de calle, entonces confiados de que cobran más adentro decidimos aceptar la oferta que nos ofrecen los ambulantes y nos cobraron 150 pesos”, comentó Janeth, habitante.

La falta de una regularización en este sector parece urgente, ya que incluso la violencia con la que trabajan algunos se mostró en enero pasado, cuando uno asesinó a una turista en Querétaro.

En aquella ocasión, un hombre en presunto estado de calle y que se desempeñaba como franelero atacó con un arma blanca a tres turistas que paseaban por el Centro Histórico de Querétaro, frente al Jardín Zenea.

Al parecer el agresor presuntamente se encontraba bajo el abuso de sustancias y empezó a agredir a quien se le pusiera en frente, hasta que atacó con un cuchillo a una mujer que murió en el sitio, justo en frente del cajero de un banco, donde habría ingresado el indigente.

En la Ciudad de México, fue detenida en noviembre pasado una mujer de 39 años de edad, quien presuntamente apartaba lugares para estacionarse en calle Plan de Guadalupe, en la colonia Nextitla, de la alcaldía Miguel Hidalgo. Cuando policías de la Secretaria de Seguridad Ciudadana llegaron a ver la situación, ella al parecer agredió a una agente de la Policía Auxiliar, lo que desencadenó agresiones físicas y verbales. Finalmente la supuesta infractora fue llevada al Juzgado Cívico.

Ahora en el estado de Puebla, luego del enfrentamiento entre franeleros por lugares para los autos ocurrido el miércoles en las inmediaciones de la zona de los fuertes de Loreto y Guadalupe, estos llegaron a un acuerdo junto con la autoridad. De entrada los franeleros no se irán, pero deberán cumplir ciertos acuerdos.