Tras meses de incertidumbre por la sequía, el panorama ha dado un giro de 180 grados. El Sistema Cutzamala, vital para el suministro de agua en la CDMX y el Valle de México, está a punto de alcanzar el 90% de su capacidad. La pregunta que todos se hacen es: ¿es un alivio total o existe un nuevo riesgo? Te explicamos qué sigue.
El fantasma del “Día Cero” parece alejarse definitivamente. Gracias a las intensas lluvias de las últimas semanas, las presas que componen el Sistema Cutzamala han registrado una recuperación histórica. Según el más reciente reporte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el sistema se encuentra a un paso de su máxima capacidad, una situación que no se veía desde hace años.
¿Cuál es el nivel actual de las presas del Sistema Cutzamala?
Al corte del 29 de septiembre de 2025, el almacenamiento promedio de las tres principales presas del sistema se ubicaba en un 89.56 por ciento. Este dato es el resultado del alto nivel que presentan dos de sus tres embalses, que ya superan el 90% de su capacidad individual. La situación detallada por presa es la siguiente:
- Presa Villa Victoria, se encuentra al 91.58% de su capacidad.
- Presa Valle de Bravo, registra un 90.46% de llenado.
- Presa El Bosque, se ubica en el 85.97% de su capacidad.
Esta notable recuperación garantiza el suministro de agua en la CDMX y el Estado de México para los próximos meses, revirtiendo la crítica situación de estiaje que se vivió a principios de año.
¿Cuándo podría el Cutzamala llegar al 100% de su capacidad?
Aunque no hay una fecha exacta, la tendencia es clara. Con la temporada de lluvias aún activa y los pronósticos de más precipitaciones para los próximos días, es muy probable que el sistema alcance su máxima capacidad en el corto plazo. Autoridades de la Conagua monitorean constantemente los escurrimientos y las aportaciones de los ríos para anticipar el momento exacto, que podría ocurrir en cuestión de días o pocas semanas.
¿Qué pasa si las presas del Cutzamala llegan a su límite? El protocolo de desfogue
La pregunta clave es: ¿qué pasa si se llena el Cutzamala? Lejos de ser un escenario de pánico, es una situación contemplada y manejada a través de protocolos de seguridad. Cuando un embalse alcanza su Nivel de Aguas Máximas Ordinarias (NAMO), las autoridades inician un procedimiento conocido como desfogue de presas.
Este consiste en la liberación controlada de agua a través de las compuertas para mantener un margen de seguridad en la estructura de la presa y, al mismo tiempo, evitar inundaciones repentinas aguas abajo. El agua se libera de forma gradual hacia el cauce natural de los ríos.