Un ataque ocurrió en una remota área montañosa que divide los estados de Michoacán y Jalisco, cuando soldados de élite de la Secretaría de la Defensa Nacional fueron víctimas de una explosión. Mientras llevaban a cabo una misión de patrullaje a bordo de un vehículo blindado, un explosivo rudimentario, que se presume era una mina terrestre, detonó.
El uso de minas terrestres indica un aumento en la violencia criminal en México
El saldo de este trágico incidente es de seis militares fallecidos y dos más heridos. Los soldados heridos fueron trasladados de inmediato a un hospital militar ubicado en Apatzingán para recibir atención médica urgente.
La zona serrana entre Michoacán y Jalisco es conocida por ser un punto clave en la disputa territorial entre organizaciones criminales, lo que intensifica el riesgo para quienes buscan mantener la paz y la seguridad.
La Secretaría de la Defensa Nacional no ha emitido un comunicado oficial detallando los pormenores de la operación ni las circunstancias exactas del ataque. Sin embargo, este incidente se suma a una serie de agresiones contra personal militar en distintas partes del país, sumando a la compleja situación de seguridad que se vive en México.
La utilización de explosivos improvisados, como minas terrestres, marca una escalada en la violencia y un desafío adicional para las autoridades encargadas de combatir la delincuencia organizada.
Detención de dos presuntos miembros del CJNG y decomisos de armamento
En una acción conjunta llevada a cabo el día anterior por fuerzas de seguridad federales y estatales, dos individuos, supuestamente miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), resultaron detenidos en la zona limítrofe entre los estados de Michoacán y Jalisco. Al momento de su captura, se encontraban en posesión de un significativo armamento y un volumen importante de estupefacientes.
El operativo fue dirigido por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), con la participación de la Coordinación Nacional Antisecuestro (CONASE) y entidades de seguridad locales, culminando con la aprehensión de los sospechosos en el área que comprende las localidades de Calabazas, en el municipio michoacano de Cotija, y Pueblo Viejo, en territorio jalisciense.
En operativo conjunto con la @Defensamx1 y la @CONASE_mx, detuvimos a dos presuntos integrantes de una célula criminal en la frontera entre Michoacán y Jalisco. Se aseguraron 23 kg de marihuana, más de 24 mil municiones, armas largas y una camioneta. #MichoacánEsMejor pic.twitter.com/OJcCCCMlDp
— SSP MICHOACÁN (@SSeguridad_Mich) May 27, 2025
Como resultado de la intervención, se incautó una camioneta, junto con 23 kilogramos de marihuana. Además, se decomisaron dos rifles de asalto, calibre 7.62 mm y equipamiento táctico que portaba emblemas de una organización delictiva. Los aprehendidos llevaban indumentaria de tipo militar y chalecos protectores, indicios que los vinculan con unidades operativas del CJNG.
Particularmente alarmante fue el decomiso de más de 24,000 cartuchos funcionales, que incluían 23,000 proyectiles calibre 7.62 mm, 1,000 cartuchos calibre .50 y 500 de calibre .223 mm. A esto se sumaron 85 cargadores aptos para armamento de alta capacidad de fuego.
Si bien las identidades de los capturados no fueron divulgadas oficialmente por las autoridades, los distintivos encontrados en su equipo y la información local sugieren una conexión directa de ambos individuos con una facción del CJNG activa en la franja fronteriza Michoacán-Jalisco. Esta región es considerada un corredor estratégico para el movimiento de narcóticos y las operaciones logísticas de dicho grupo criminal.