En una sesión apresurada y sin mayor discusión, el Senado aprobó en fast track la reforma a la Ley General de Salud que pone un alto a la fabricación, venta y distribución de cigarrillos electrónicos y vapeadores en México.
La iniciativa, impulsada por Morena y sus aliados, obtuvo 76 votos a favor y 37 en contra, en medio de fuertes críticas de legisladores de oposición que acusaron al bloque oficialista de legislar “al vapor” y sin considerar los efectos reales que la medida podría generar.
¿En qué consiste la reforma contra los vapeadores?
La reforma contempla penas de hasta 8 años de prisión para quienes comercialicen o produzcan estos dispositivos. El dictamen fue presentado, discutido y votado en una sola sesión, lo que alimentó señalamientos sobre la falta de análisis técnico y de evidencia científica que respalde una penalización tan severa.
Advertencias sobre el crecimiento del mercado negro por uso de vapeadores
Durante el debate, la oposición alertó que la prohibición no resolverá el consumo, sino que lo trasladará a espacios sin regulación, control sanitario ni supervisión. El senador Luis Donaldo Colosio subrayó que la medida podría resultar contraproducente:
“Prohibir significa empujar a la gente a un mercado negro sin etiquetado, sin control, sin responsabilidad, con muchos mayores riesgos. Estamos empujando a niñas, niños y adolescentes a un mercado negro”, afirmó desde tribuna.
La postura reflejó una preocupación compartida por especialistas en salud pública, quienes han insistido en que cerrar el mercado legal sin construir alternativas regulatorias solo fortalece las redes ilícitas ya operadas por grupos delincuenciales.
Críticas por criminalizar a usuarios en lugar de responsables
La senadora priista Carolina Viggiano también cuestionó el alcance de la reforma, advirtiendo que el nuevo tipo penal abre la puerta a abusos y extorsión:
“La reforma criminaliza a jóvenes y usuarios, no a los verdaderos responsables. Se incentiva la extorsión por la amplitud del tipo penal. Ya todo es código penal; aquí están poniendo un tipo penal, pero ni siquiera sabemos qué significa vapear”, señaló.
El bloque opositor acusó que Morena impulsa una política prohibicionista sin estudios técnicos y sin considerar experiencias internacionales donde decisiones similares solo incrementaron la venta clandestina.
Reforma sobre vapeadores avanza sin consenso ni claridad
Pese a las advertencias, la mayoría oficialista aprobó el dictamen sin modificar un solo artículo y sin presentar un plan paralelo para prevenir que el mercado negro se expanda.
La reforma ahora pasará al Ejecutivo para su promulgación, mientras organizaciones, expertos y usuarios anticipan que la medida podría generar efectos contrarios a los que se promete combatir.
