Intervenir en México; vino agrio de los viñedos de Trump: Armando Guzmán

Los discursos en Estados Unidos con el de Trump, de intervenir en México para destruir a los cárteles de drogas, no son algo puramente electoral.

Escrito por: Armando Guzmán
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Intervenir en México; Vino agrio de los viñedos de Trump. Permítanme abrir diciendo que descartar los discursos en Estados Unidos de intervenir en México para destruir a los cárteles de la droga, como solo algo político o puramente electoral, es un grave error. Los políticos en Estados Unidos que se expresan así ni están jugando, ni tampoco lo están promoviendo para ganar una elección.

No, la realidad es que lo están haciendo porque en verdad lo consideran una acción que les ayudaría a justificarse ante tres problemas que usted ni se imagina:

A.-El primero y más importante. el creciente descenso en el nivel de vida de los estadounidenses blancos, que, sin educación, ni cultura diariamente se siguen quedando atrás en el constante avance tecnológico de Estados Unidos.

B.- El segundo es la militarización de los cárteles mexicanos a pocos kilómetros de la frontera con Estados Unidos. Y también su creciente expansión dominando grandes porciones del territorio mexicano, además del tráfico interno de drogas dentro de Estados Unidos. (El Departamento de Estado, dice que los cárteles controlan ya 6 estados en México.)

C.- El tercero de los problemas es el incontrolable flujo constante de las migraciones, que es un negocio adicional de los cárteles.

En Washington hoy, hay información de primera mano sobre México y por eso a puertas cerradas se discute con preocupación lo que ocurre en el estado de Chiapas. El estado en el sur de México, en donde hoy mismo existen tres grupos armados que podrían chocar entre sí.

1.- Primero los grupos paramilitares en las zonas indígenas de Los Altos como los Machetes y los Motonetos.

2.- Los cárteles

3.- El destacamento del ejército mexicano, el mayor despliegue en número de tropas fuera de sus zonas militares en todo México.

Con lo anterior, usted se da cuenta de que, para los ideólogos de la derecha estadounidense, inspirados por Donald Trump una invasión no sólo es factible sino hasta deseable.

Con estos argumentos estos ideólogos piensan que pueden convencer a los incrédulos y justificarse diciendo que: “Dejar crecer a tres fuerzas armadas irregulares en el país vecino es un “Peligro Claro y Presente” a la seguridad nacional de Estados Unidos.

Le tengo que aclarar que para la mayoría de los estadounidense la idea de una intervención armada en nuestro país es tan absurda y francamente tan loca, que la mayoría se opondría.

El problema es que, aunque la mayoría se oponga a una aventura militar extranjera, eso nunca detuvo a Estados Unidos de intervenir en muchos países. La justificación real o imaginaria siempre ha sido el peligro a su seguridad nacional.

En el caso de México, esa justificación se ha ido formando poco a poco, aquí dicen que no es invadir a México ni matar mexicanos, es destruir la amenaza de los carteles responsables por tantas muertes estadounidenses.

La idea es originalmente de Trump, pero reinterpretada por los extremistas

El 11 de Octubre del 2022 Ken Cuccinelli, un ideólogo extremista de Virginia, que fue subsecretario interino de Seguridad Nacional durante los dos últimos años del gobierno de Trump, acuñó la idea de enviar tropas a México, en un ensayo en la revista de la organización de extrema derecha llamada ‘Center for Renewing America’ (Centro por la Renovación Estadounidense).

En su ensayo, Cuccinelli justifica su idea llamándole una guerra defensiva, en la que propone la total destrucción de los carteles. Pero Cuccinelli no es militar y sus ideas y consejos caen por su propio peso.

Dice por ejemplo: "… El presidente debería realizar operaciones militares específicas para destruir los cárteles”, y para eso debería involucrar a las fuerzas especiales respaldadas por ataques aéreos”.

Dice también… “La invasión inicial estaría seguida por el despliegue en tierra de la Infantería de Marina, y la Fuerza Aérea militar. Propone cerrar el tráfico naval y la posible huida de los carteles con la Marina de guerra, y la Guardia Costera”.

Con un poco de lógica todo lo anterior puede desbancarse con preguntas de estrategia básica que ni Cuccinelli ni otros como él pueden responder.

Por ejemplo;

¿Cuántas tropas requeriría una operación militar en México contra los Cárteles?

¿En dónde específicamente se desplegará a las fuerzas especiales para abrir las acciones militares contra los cárteles?

¿A cuánto ascenderían las bajas en ambos bandos?

¿Cómo reprimirá la presencia de tropas estadounidenses en México, el tráfico y la producción de drogas cuando no pudo hacerlo en Afganistán?

¿Qué evitaría que los cárteles huyan a lugares alternativos donde no habría tropas estadounidenses?

Eso nos lleva a otra pregunta pertinente y crucial

¿Podría esta invasión extenderse a más partes de México o incluso a otros países?

¿Quién mantendrían los terrenos recuperados de los cárteles, una vez que las tropas estadounidenses regresen a territorio estadounidense?

Una aventura militar mal pensada, nunca ha tenido éxito

Teniendo en cuenta todas las cosas que han salido mal con las recientes invasiones estadounidenses en países extranjeros, uno pensaría que los defensores de una nueva idea de intervención podrían querer preocuparse por los detalles. Pero ese no es el caso… y eso sí es preocupante.

Por eso me asusta ver a Donald Trump avanzar en sus aspiraciones de reelección presidencial, y me asusta también que los que tratan de quitarle el control del Partido Republicano y el liderazgo de la derecha, fracasan en cada intento.

Por último, me asusta pensar ¿qué haría el expresidente Trump en un segundo mandato, ya sin el freno que le impedirá cometer los errores garrafales que cometió la primera vez que ocupó la presidencia y el comando supremo de las fuerzas armadas?

Recuerde usted que apenas en el 2020, Trump le preguntó dos veces a Mark Esper, su entonces secretario de Defensa, si los militares podrían: “disparar misiles a México para destruir los laboratorios de los carteles”.

El exsecretario Esper escribió en sus memorias al frente del Pentágono, que Trump argumentando que el gobierno mexicano no quería detener a los cárteles, le pregunto 2 veces si "… destruir los laboratorios de fabricación de drogas sería una operación rápida e indolora. De acuerdo con el Ex Secretario de Defensa Trump le dijo… “Podríamos simplemente disparar algunos misiles Patriot y acabar con los laboratorios, en silencio”, y Trump agrego…"Nadie sabría que fuimos nosotros”.

Esper primero creyó que Trump bromeaba. Pronto se dio cuenta de que hablaba en serio y un escalofrío le recorrió la espalda. En su libro, el exsecretario dice que cuando Trump le insistió, tuvo que responderle que los misiles Patriot no son para atacar puntos en tierra, sino que al ser misiles “tierra-aire” están diseñados para derribar aviones enemigos.

Al tiempo que respondía, el señor Esper se dio cuenta de que sus días como secretario de defensa estaban contados, y tuvo razón. Trump lo despidió mediante un tuit.

Para el exsecretario de Defensa, Trump parecía referirse con su idea de lanzar misiles contra los cárteles mexicanos a una escena de una película de Harrison Ford, en la que un avión de la armada estadounidense destruye con un misil a los principales capos de la droga colombiana reunidos en una casa de campo.

En este caso, el cine y la realidad no tienen ningún eslabón común

Solo como ejercicio de debate tomemos estas ideas en serio. Pensemos en términos reales en los profundos errores en que caen todas las ideas de intervención en México.

Primero, los cárteles no portan uniforme militar. ¿Cómo sabrían los soldados de Estados Unidos quién es enemigo y quién no lo es?

Segundo, ya oímos de la administradora de la DEA que su organización penetró las altas esferas de los cárteles de Sinaloa y del Jalisco Nueva Generación. Aun así, es obvio que Estados Unidos no tiene toda la información de inteligencia necesaria para saber en dónde están todos los laboratorios de fentanilo y los almacenes de coca, heroína y metanfetaminas.

Tercero, que harían con los laboratorios que los propios cárteles mexicanos tienen ya establecidos en las ciudades estadounidenses que les sirven de base de distribución, como Los Ángeles, Denver, Phoenix, Chicago y varios otro

¿Usted ha visto los llamados laboratorios?

En muchos casos son peroles grandes de metal en donde simplemente se mezclan químicos al aire libre. Por lo tanto, es de esperar que a la misma velocidad que serían destruidos serian reconstruidos por los cárteles en otro sitio.

Observe usted por favor como Donald Trump no se ha desdicho de su propuesta de un “plan de batalla” para “atacar a México”, apuntando específicamente a los bastiones de los cárteles de la droga en el país.

Tampoco ignore que todos los candidatos presidenciales republicanos ya declarados, siguen apoyando esa idea, y también la de designar a los cárteles como organizaciones terroristas.

Y finalmente y sobre todo, recuerde que en las dos cámaras del congreso en Washington los principales republicanos ya han introducido propuestas de ley autorizando el uso de la fuerza militar en México y justificando su designación de organizaciones terroristas.

Designar terrorista a un grupo como los cárteles es complicado porque requiere que los cárteles tengan una motivación política para su violencia. Ese no es el caso en México.

El problema que viene es que, una vez introducidas las propuestas de ley, el congreso en Washington tiene que darles curso, y nadie puede predecir en qué terminaría todo esto.

Quizás por estas razones, la designación de organizaciones terroristas no ha ocurrido. Por eso cuidado en Chiapas, porque unir a los cárteles a una guerra política si pudiese eliminar muchos de los obstáculos para que esa designación se justifique.

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Escrito por: Armando Guzmán

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