Si te gusta comer picante y no sabías bien del todo el porqué, ahora puede que la respuesta esté fundamentada científicamente. ¿El comer picante realmente me puede hacer feliz? Pues la respuesta corta es que sí, pues la capsaicina, responsable del ardor característico, ha sido estudiada por sus posibles efectos en el cerebro y en el estado de ánimo, y se ha encontrado una relación entre el consumo de este irritante y el aumento de la felicidad.
El chile y la felicidad: ¿mito o ciencia?
Cuando se consume picante, el compuesto activo es la capsaicina, la cual estimula los receptores TRPV1 en la lengua, provocando una sensación similar al calor o el dolor. En respuesta, el cerebro segrega endorfinas y dopamina, neurotransmisores que producen placer y mitigación del sufrimiento. Lo que responde a la duda de por qué muchas personas relacionan el sentirse más felices al momento de comer irritantes.
Esto se confirma con lo señalado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quien, aunque señala que el consumo de chile induce a la liberación de las hormonas del placer, el consumo excesivo puede provocar efectos negativos como gastritis o problemáticas más severas.

Riesgos de exagerar con el picante
Antes de continuar es recomendable señalar que el efecto placentero que provoca el consumir chile, no es permanente por lo que no se debe considerar como “una droga de la risa”, pues si se consume en exceso, puede provocar graves irritaciones digestivas, inflamaciones e incluso provocar graves afectaciones que ponga en riesgo la vida de las personas. También se debe tomar en cuenta que la tolerancia y el efecto que provoque el comer picante, varía de persona en persona, por lo que, mientras a algunos les induce “felicidad” a otros puede provocarles un dolor intenso.
El picante como aliado emocional (¿hipótesis emergente?)
Dentro del mundo científico de la salud mental, recientes investigaciones, han señalado que la capsaicina también podría tener efectos positivos en el ánimo y la regulación emocional, pues en estudios preliminares se ha podido observar una relación entre dietas que incluyen consumo moderado de picantes y la disminución de síntomas ansiosos o depresivos.
Aunque los efectos de consumo picante pueden ser beneficiosos si se hace con medida. Es importante señalar que los científicos aún no han declarado estos hallazgos como concluyentes, pues consideran que se requiere de una mayoría de investigación clínica que no deje dudas.