El mantenimiento del hogar no se centra simplemente en la limpieza y reparación de artefactos rotos. Hay algunos temas a los que hay que prestarles suma atención como es la humedad en las paredes con el fin de evitar que pasen a ser un serio inconveniente y que se termine convirtiendo en un daño estructural.
Para todo hay soluciones y cuando se trata de rincones con humedad, un truco casero se impone. Se trata de la implementación de dos ingredientes muy fáciles de conseguir en la cocina y que ayudan ante casos en donde la humedad genera la sensación de encierro y malos olores.
¿Por qué se genera humedad en algunos rincones del hogar?
La humedad en paredes de ambientes poco ventilados, armarios, baños sin ventanas y zapateros es algo muy común, sobre todo en temporadas de bajas temperaturas. Esto se debe a que en los meses fríos se incrementa la condensación y, ante la falta de ventilación, se crea el ambiente propicio para que aparezca la humedad residual.
Estos rincones húmedos, que no tienen nada que ver con filtraciones de agua en las paredes, se convierten en una problemática ya que pueden generar malos olores, un ambiente pesado en el que cuesta respirar y la sensación de encierro.
¿Sal y romero contra la humedad?
El truco casero que se impone ante estos casos de rincones húmedos en casa, tiene como protagonistas a dos ingredientes muy fáciles de conseguir en la cocina. Se trata de la sal gruesa y el romero que permiten generar una combinación que solucionarán este inconveniente.
El truco es sencillo, solo se necesita un frasco de vidrio limpio en el que se debe agregar sal gruesa y encima, sin taparlo, algunas ramas de romero. La sal actúa como material higroscópico que se encarga de retener la humedad del aire, mientras que el romero le aporta a los ambientes compuestos aromáticos naturales.
Esta combinación es un complemento muy útil para reducir la humedad de los ambientes del hogar y los malos olores. Sin embargo, debe entenderse que no se trata de una solución cuando el problema de humedad es grave o cuando ya existen problemas estructurales.














