La fascinación por el antienvejecimiento y por detener el paso del tiempo no es nueva ; desde hace décadas, millones de personas buscan contrarrestar los signos de la edad mediante tratamientos cosméticos, terapias experimentales y hábitos de vida específicos. Sin embargo, la influencer argentina Marcela Iglesias, conocida como la “Barbie humana”, ha llevado estas prácticas a un nivel extremo y polémico, desafiando los límites de lo aceptable en el ámbito médico y social. Su obsesión con aparentar juventud ha generado tanto admiración como críticas.

Marcela ha recurrido a un procedimiento poco convencional y controvertido: inyectarse sangre de su propio hijo con el objetivo de frenar los efectos del envejecimiento. Esta decisión ha generado debate en redes sociales, medios de comunicación y entre especialistas, ya que plantea importantes cuestiones éticas y médicas. La técnica, aún poco documentada y experimental, ha convertido a Iglesias en un referente que desafía la frontera entre el deseo de juventud eterna y los riesgos de la medicina alternativa.
¿Cómo es el tratamiento de antienvejecimiento que se aplica la "Barbie Humana?"
En una entrevista reciente, la influencer explicó que se somete a un tratamiento llamado transfusión de plasma multigeneracional, popularizado por el multimillonario Bryan Johnson, quien utiliza sangre de su hijo adolescente como parte de su rutina antienvejecimiento.
La BBC menciona que la técnica consiste en extraer plasma de una persona más joven e inyectarlo en el cuerpo de un adulto para aprovechar los factores regenerativos y proteínas presentes en la sangre, con el objetivo de estimular la vitalidad celular y ralentizar el envejecimiento.
Aunque la evidencia científica sobre sus beneficios es limitada y su eficacia no está completamente comprobada, Iglesias asegura que el procedimiento, realizado únicamente en una clínica especializada en Dallas, Texas, y supervisado por profesionales de la salud, le permite mantenerse joven y saludable.
Cada sesión tiene un costo aproximado de 15 mil dólares. Marcela, quien meses atrás confirmó su relación con el actor mexicano Alfredo Adame, reconoce que su decisión ha generado curiosidad y polémica entre seguidores y detractores.
¿Por qué hay personas que se obsesionan con el antienvejecimiento?
Muchas personas desarrollan una obsesión por frenar los signos del envejecimiento debido al miedo al paso del tiempo y a la presión social por mantener un aspecto juvenil. Esta fijación no se limita a intervenciones estéticas o cirugías; también incluye el uso constante de filtros digitales, maquillaje y otras estrategias para aparentar años menos. El temor a envejecer afecta tanto la mente como el cuerpo, incluso de quienes todavía son jóvenes.
Este comportamiento está vinculado a la midorexia, un fenómeno que combina la preocupación por la mediana edad con la necesidad de proyectar juventud. Según explica ELLE, actualmente afecta a personas nacidas entre 1996 y 2010, quienes se enfrentan a estándares de belleza inalcanzables impuestos por redes sociales como Instagram y TikTok.
Además, la saturación de imágenes ultrarretocadas y videos generados con inteligencia artificial intensifica la ansiedad ante los cambios naturales del cuerpo, creando una presión constante por mantenerse eternamente jóvenes. Por ello, no sorprende que los tratamientos antiedad se vuelvan cada vez más extremos y polémicos.
