La Granja VIP apagó sus luces y despidió un proyecto que dejó risas, conflictos, aprendizajes y momentos inolvidables. En este cierre lleno de nostalgia, Alfredo Adame fue el encargado de dar el adiós final, agradeciendo la experiencia y dejando claro que “todo se vale” cuando se vive con intensidad. Un final que marcó el corazón de granjeros y público.