La relación entre el consentimiento sexual y la violencia sexual.

La definición de consentimiento sexual es muy clara, pero la normalización de conductas de violencia ha hecho su interpretación ambigüa, por lo que muchas personas se aprovechan o confunden lo que es consentimiento y ejercen violencia que incluso puede ser catalogada como delito.

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Conoce de que trata el consentimiento sexual y sus consecuencias

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El consentimiento sexual tiene la definición tan básica como que dos o más personas estén de acuerdo en tener relaciones sexuales y que tengan conocimiento de ello; sin embargo, cuando esta definición se desenvuelve en el mundo actual, puede generar intensos debates que la traducen como una definicion ambigüa y que puede dar pie al abuso sexual y violación..

Lo anterior se debe a que los estereotipos de género y las costumbres de la sociedad en general han llegado a normalizar conductas que violentan o no respetan el consentimiento sexual. Por ejemplo, la creencia de que la insistencia es el camino para enamorar a alguien o que las mujeres deben hacerse “las difíciles” crea una confusión en las que muchas veces lo que no se respeta es el consentimiento sexual.

“Ella dijo que no, pero su comportamiento me decía que sí", “estábamos muy borrachos esa noche”, “ella me lo decía por la ropa que llevaba puesta”, son algunas de las expresiones que las personas frecuentemente utilizamos para normalizar la violencia sexual, llegando a justificar actos como el acoso sexual, la violación o el abuso sexual.

El consentimiento sexual no puede dejarse al margen de la “interpretación” de las personas. De lo contrario, se corre el riesgo de que lo que se haya entendido como consentimiento sexual en realidad no lo sea, configurándose entonces el delito de acoso sexual, violación o abuso sexual, dependiendo el caso y circunstancia.

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Ante la ambivalencia que para algunas personas puede implicar el consentimiento sexual únicamente como ejercicio de voluntad sujeto a la interpretación, algunas organizaciones civiles y organismos internacionales han comentado la necesidad de establecer ciertos elementos que debe incluir el consentimiento para que no deje margen de duda sobre la aceptación o la negación de este:

El consentimiento sexual debe ser:

Libre: Esto quiere decir que es una elección voluntaria para todas las partes implicadas. No deben existir condiciones negativas o positivas a aceptar participar en cualquier actividad de carácter sexual. Guardar silencio o no decir “no” no equivale a consentir. Una persona inconsciente e incapacitada debido al alcohol o las drogas no puede dar su consentimiento. Las relaciones sexuales bajo coacción o intimidación no es consentido. 

Informado: Mentir u ocultar deliberadamente ciertas intenciones, como mantener relaciones sexuales sin protección, no son consentidas. Hacer uso de estrategias que se basen en mentir u ocultar información para convencer a la otra persona de aceptar ciertas conductas, tampoco es consentimiento.

Específico: Consentir algo (por ejemplo, besarse) no significa consentir a otras conductas de carácter sexual. Tampoco que alguien se encuentre dentro de una relación significa que ya se ha dado consentimiento absoluto. Por ejemplo, dentro del matrimonio también puede existir violencia sexual, si alguna de las partes no da su consentimiento y aún así se cometen actos de carácter sexual.

Reversible: Consentir una vez no significa haber consentido para siempre. Las personas tenemos la libertad de cambiar de opinión en cualquier momento y esto debe de respetarse, de lo contrario se violentaría el consentimiento.

Entusiasta: El consentimiento sexual debe darse con total confianza y seguridad de que eso es lo que se quiere hacer. No debe ser producto de un convencimiento, como decir: “acepta, verás que te gustará”. Si se tienen dudas sobre si se debe aceptar o no participar en cualquier conducta de carácter sexual, lo mejor es no hacerlo, pues esas dudas pueden interpretarse como falta de consentimiento.

Cuando se violenta el consentimiento sexual, algunos delitos como el acoso, abuso o violación pueden suceder. Si bien estos son responsabilidad de quien los ejerce y nunca son culpa de la víctima, existen algunas medidas de seguridad que cada persona puede implementar para ponerse a salvo.

Consentimiento sexual y el uso de sustancias

Mientras que cada persona cuenta con la libertad de elegir si usa o no sustancias antes, durante o después de participar en conductas de carácter sexual, estas pueden poner a las personas en un estado alterado de la realidad. Esto significa que puede elevar los riesgos de que alguien se aproveche de este estado. Además, también puede abusarse de esta situación induciendo al consumo de otras sustancias sin su consentimiento, por lo que es recomendable:

- Prestar atención a las bebidas de contenedores que pueden ser alterados fácilmente. No aceptar bebidas de otras personas a las que no se les tenga confianza.Tratar de siempre abrirlas bebidas y no que alguien más lo haga.

- No beba nada que tenga un olor extraño. Deje de beber algo que tenga sabor extraño. Aunquealgunas drogas que se usan para abusar sexualmente de una persona pueden tener un sabor salado o amargo,la mayoría son insípidas e inoloras.No beba más de lo que desea solo porque alguien quiera que lo haga.

Busque ayuda de inmediato si se sientes alcoholizada y no ha bebido o si siente que los efectos del alcohol son más intensos de lo normal. Encuentre una persona que pueda llevarla a un lugar seguro.

Sus amistades pueden jugar un rol fundamental al ayudar a otras personas a mantenerse seguras.

Recuerde, usted debe tener la libertad de tomar sus propias decisiones y esto no le hace responsable en caso de vivir alguna forma de violencia sexual. Jamás se le debe culpabilizar por su forma de vestir, por su consumo de sustancias ni por ninguna otra decisión que usted tome. La violencia siempre es responsabilidad de quien la ejerce.

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