¿Imaginas tener en tus manos un pedazo de historia que, además de ser una reliquia nacional, vale más de un millón de pesos? Pues, sí, tal tesoro existe en forma de un billete mexicano de la campana de tan solo 10 pesos. ¿Pero cómo es posible que una pieza de tan baja denominación se convierta en una verdadera joya financiera? A continuación te lo explicamos.
Este tesoro en papel se remonta al 15 de diciembre de 1969, cuando fue puesto en circulación por primera vez. Fabricado con papel algodón, este billete de aparentemente insignificante valor se ha elevado a las alturas del mercado financiero, alcanzando precios que superan los 1.2 millones de pesos. Pero, ¿qué lo hace tan especial?
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¿Cuáles son las características del billete de la campana?
En su anverso, este billete presenta el busto de un hombre venerable, Miguel Hidalgo, acompañado por el símbolo de la lucha por la independencia mexicana: la Campana de Dolores. Este instrumento resonante no solo marcó el comienzo de la guerra por la independencia, sino que también se convirtió en un emblema de la lucha por la libertad.
Por otra parte, en el reverso, se encuentra la imponente imagen de la Parroquia de Dolores Hidalgo, el lugar sagrado donde resonaron los ecos del grito libertario. Además, este billete pertenece a la familia AA, los primeros en ser producidos, lo que añade un valor adicional a su rareza. Emitidos entre los años setenta, fueron retirados del curso legal en 1992.
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En este sentido, el Banco de México, ha confirmado que están desmonetizados, lo que significa que ya no son considerados como moneda de curso legal. Sin embargo, esta noticia ha avivado aún más la demanda entre los coleccionistas, lo que ha llevado a un aumento significativo en su valor en el mercado secundario.
