Con el correr de los años hay distintas situaciones que se van presentando y llevan a que tomes medidas y adoptes actitudes que sean diferentes a lo que pudo ser tu juventud. Desde ese aspecto es menester ir considerando alternativas que sumen y valgan la pena y para el caso, el comentarte sobre la razón por la que es difícil bajar de peso después de los 30 años se enmarca en este caso.
Permanentemente se van sucediendo situaciones en las que seguimos conociendo y aprendiendo de nuestro cuerpo, algo que es un examen permanente de prueba y error. A partir de este experimento descubres que hay ciertos alimentos como bebidas que pueden caerte bien como también que suman mucho para ciertas instancias que impliquen energía, resistencia o inclusive relajo.
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Es también una realidad que a medida que vas envejeciendo los cambios corporales pueden terminar siendo permanentes. Y puede que haciendo un breve ejercicio mental puedes dar fe de esto: piensa en aquellas personas que subieron de peso en un determinado momento de la vida (pongamos los 40 años). Notarás que, en líneas generales, no recobraron la fisonomía que tenían antes y la realidad es que hay una explicación muy racional detrás. Vamos a ello.
¿Cuál es la razón por la que es difícil bajar de peso después de los 30 años?
Hay estudios que certifican que a partir de los 30 años se inicia con la pérdida de tejido como puede ser el caso de los músculos e incluso en ciertos órganos también puede terminar por acontecer la pérdida de algunas células. En lo concerniente a los huesos, los mismos pueden volverse menos densos y empezar a perder minerales. De ahí que hidratarse es una premisa completamente fundamental y hacer ejercicio para fortalecer tu cuerpo es esencial. Y esto se sostiene por el simple argumento de que una vez que llegas a las 3 décadas empiezas a perder masa muscular y la misma es reemplazada por grasa.
Sabiendo esto, considera que si quieres ir perdiendo peso es recomendable ir haciendo eso paulatinamente. Ten en cuenta que la modificación de hábitos es inevitable como también es fundamental adoptar una actitud perseverante. Para ello la dieta puede ser de gran ayuda (consulta siempre con un nutricionista) como también evitar malos hábitos como puede ser el consumo de tabaco. Y en definitiva, moderarse con los gustos es algo fundamental y ahí es muy aconsejable controlarse con lo concerniente con el alcohol por ejemplo. Y claro, mantener la motivación es más que importante así que sabiendo eso procura poner manos a la obra y estar tan bien como sea posible.