El yoga es una disciplina versátil que puedes practicar desde la comodidad de tu hogar y que ofrece numerosas aportaciones para la salud. Sin embargo, hay una postura de yoga más beneficiosa que las demás, especialmente indicada para personas mayores de 50 años. En esta ocasión, te cuento de cuál se trata y cómo puedes realizarla de manera efectiva. Incorporar esta práctica en tu rutina diaria es una opción ideal para mantenerte activo y saludable a medida que envejeces.
¿Qué beneficios tiene el yoga en el cuerpo?
Según Howard E. LeWine, MD, Chief Medical Editor de Harvard Health Publishing, el yoga ofrece una variedad de beneficios que pueden ser especialmente útiles a medida que envejecemos. En este sentido, uno de los aspectos más destacados es su capacidad para reducir el estrés.
Gracias a la combinación de respiración profunda y meditación, esta práctica ayuda a calmar la mente y fomentar un estado de relajación. Diversos estudios han demostrado que la práctica regular de yoga puede disminuir los niveles de cortisol, la hormona asociada al estrés, y mejorar el estado de ánimo general.
En el ámbito físico, el yoga es reconocido por sus efectos positivos en la flexibilidad, la fuerza y el equilibrio. Las diferentes posturas, conocidas como asanas, estiran y fortalecen los músculos, lo que no solo previene lesiones, sino que también alivia dolores corporales. Además, practicar yoga puede mejorar significativamente la postura, algo esencial en una era donde muchas personas pasan largas horas sentadas frente a computadoras.
Otro aspecto relevante del yoga es su impacto positivo en la salud cardiovascular. La práctica regular puede contribuir a disminuir la presión arterial y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Asimismo, las técnicas de respiración empleadas durante este ejercicio mejoran la capacidad pulmonar y la eficiencia respiratoria, lo que beneficia en gran medida el bienestar general del cuerpo.
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¿Cuál es la postura de yoga más importante?
Según la sección de Vida Saludable de El Confidencial, una de las posturas más destacadas del yoga es la Purvottanasana, también conocida como la postura de la mesa o plancha invertida. Esta postura es especialmente efectiva para fortalecer la parte superior del cuerpo, comenzando por los abdominales. Al centrar la atención en esta área, se trabaja también en el fortalecimiento de los brazos, hombros y pecho, lo que la convierte en una excelente opción para quienes desean enfocarse en mejorar su fuerza en esta zona.
Sumado a sus beneficios musculares, la Purvottanasana facilita la apertura del pecho y los hombros, lo que contribuye a una mejor respiración. Sin embargo, es importante tener precaución si se tienen antecedentes de problemas en la zona lumbar, los hombros o las muñecas, ya que estas áreas soportan gran parte del peso del cuerpo durante el ejercicio. La seguridad es clave al practicar esta postura para evitar lesiones.
Para realizar correctamente la Purvottanasana, comienza sentándote con las piernas estiradas y las manos apoyadas a ambos lados del cuerpo. A continuación, eleva las caderas utilizando la fuerza de tus brazos, asegurándote de que tu cabeza esté recta y alineada con la columna vertebral, mientras mantienes los pies firmemente en el suelo. Es recomendable sostener esta postura entre 30 segundos y un minuto, combinándola con varias respiraciones profundas para maximizar sus beneficios.
