TV Azteca te lleva a ver a Polymarchs en concierto, el próximo sábado 14 de junio en la Arena Ciudad de México. Así que prepara tu mejor vestuario para poder pasar una noche llena de baile y diversión.
Lo único que tienes que hacer es registrar tus datos en el siguiente formulario, si eres uno de los seleccionados, nuestro equipo se pondrá en contacto contigo para entregarte uno de los pases dobles que tenemos para ti:
La trayectoria de Polymarchs
En el universo del entretenimiento popular mexicano, pocos nombres resuenan con la potencia y nostalgia de Polymarchs.
Más que un simple “sonido”, es una institución, un fenómeno cultural que definió a toda una generación y se convirtió en el estandarte del género High Energy en México.
Fundado en 1978 por Apolinar Silva de la Barrera en la Ciudad de México, Polymarchs trascendió el concepto tradicional de equipo de audio para fiestas.
Inspirado por la estética futurista y la música disco europea, Silva creó una experiencia audiovisual sin precedentes.
Sus eventos eran espectáculos masivos, conocidos por su producción “faraónica": imponentes estructuras de bocinas, shows de rayos láser que cortaban la oscuridad y un vestuario de inspiración galáctica que parecía sacado de una película de ciencia ficción.
Musicalmente, Polymarchsfue el principal embajador del High Energy y el Italo-disco, géneros electrónicos de ritmo acelerado, sintetizadores pegajosos y vocales melódicas que dominaron las pistas de baile en los años 80.
Artistas como Patrick Miller, Divine y Lime se convirtieron en himnos para miles de jóvenes que abarrotaban recintos como el Palacio de los Deportes para ser parte del ritual sónico de Polymarch.
Hoy, su legado perdura. No fue solo música, fue un movimiento que le dio identidad a una juventud ávida de nuevas expresiones.
Polymarchs demostró que un sonido podía ser tan grande como una estrella de rock, creando una comunidad leal que, décadas después, sigue vibrando con la energía de sus beats. Es, sin duda, una leyenda viva de la cultura popular mexicana.
