La actriz de origen uruguayo y nacionalizada mexicana Bárbara Mori, reveló un poco de la historia de vida y la forma en que empezó a trabajar desde muy pequeña para poder salir de su casa en donde había mucha violencia familiar.
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A los catorce años empecé a trabajar como mesera para poder ahorrar y escapar de la violencia que vivía en mi casa, pero con lo que ganaba no me alcanzaba para ahorrar. Más adelante ya con diecisiete años logré salirme. Hice de todo un poco repartí volantes en los semáforos, fui bailarina en un antro, bartender
El cuerpo que tiene Bárbara Mori fue uno de los atributos que le ayudó en ese momento para entrar al mundo del modelaje desde donde impulsó su carrera.
También trabajé de secretaria en una agencia de modelos, ahí mi físico me ayudó a entrar al mundo del modelaje. Logré hacer mis primeros comerciales como extra, descubrí con tristeza que las agencias se jineteaban el dinero así que había cosas que pagaba mi renta o comía. Estando frente a las cámaras fue como descubrí que quería ser actriz
De esta forma comenzó la carrera en el mundo de la actuación de Bárbara Mori siendo parte de diferentes novelas de manera ininterrumpida durante diez años.
Durante diez años estuve actuando en telenovelas sin parar y en medio de todos esos proyectos luchaba por encontrarme, no era muy consciente del porqué de mi enojo contra la vida y mi necesidad de demostrar, no sólo a los demás, sino también a mí misma que yo tenía algún valor
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Dentro de una gran revolución de emociones Bárbara Mori tomó una de las decisiones más importantes: la de elegir hacer el papel de Rubí, novela que la proyectó a una gran fama internacional que marcaría su carrera y su vida personal.
Me sentía sola, vacía, triste. Lo cual me llevó a tener una profundísima reflexión: ni todo el dinero, ni toda la fama, ni todo el éxito jamás nos va a llevar a la felicidad si por dentro estamos rotos
