El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, cargó en contra de los congresistas de su partido en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, después de que el pleno no logró aprobar una ley que tenía el objetivo de hacer frente a la grave crisis fronteriza sur debido a la migración irregular.
“Los republicanos fueron enviados allí y el tema número uno que nuestros votantes querían que abordaran es la frontera sur y la afluencia masiva de millones de extranjeros que ingresan a este país, y no sabemos quiénes son estas personas”, dijo DeSantis a los periodistas después de un evento en la ciudad de Naples, al suroeste del estado.
“Y básicamente simplemente se rindieron en (el tema de) la frontera. Ahora no tienen influencia para hacer nada en la frontera”, agregó.
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El político se refiere a la ley H.R.3602, más conocida como “Ley para poner fin a la catástrofe fronteriza”, que aunque recibió el apoyo de 215 congresistas, entre ellos 210 republicanos, necesitaba dos tercios de la Cámara para poder aprobarlo.
“Tuvieron la oportunidad de insistir en que (el presidente Joe) Biden aceptara la (ley de la) frontera si quería toda la ayuda exterior, y decidieron capitular. Y así consiguió todo lo que quería”, dijo DeSantis, en referencia a la aprobación de 95,000 millones de dólares en ayuda exterior a través de tres proyectos de ley separados para Ucrania, Israel y Taiwán que también recibieron el apoyo de los conservadores. “Y los votantes republicanos no obtuvieron nada con respecto a detener este problema en la frontera sur”.
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¿Qué dice la ley poner fin a la catástrofe fronteriza?
La normativa para hacer frente a la crisis fronteriza en el sur de Estados Unidos llegó al Congreso auspiciado por el Partido Demócrata dentro de un paquete en el que también estaban incluidas las ayudas a Ucrania, Israel y Taiwán. Sin embargo, los republicanos dijeron que las medidas no eran suficientemente duras.
El proyecto de ley tenía previsto destinar alrededor de 20,000 millones de dólares a medidas adicionales de vigilancia en la frontera de Estados Unidos con México y a combatir el tráfico de drogas. Además, otorgaba al gobierno poderes de emergencia para negar la entrada a los inmigrantes que cruzan la frontera o expulsar rápidamente a aquellos que ya han ingresado a los Estados Unidos, según explica Aljazeera.
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En su lugar, los líderes republicanos presentaron por separado un nuevo proyecto que les convencía más, pero que de aprobarse aún debía pasar por el Senado, en donde los demócratas son mayoría.
