Más de la mitad de los latinos que viven en Estados Unidos enfrentan una preocupación constante: la posibilidad de no poder pagar el alquiler o la hipoteca cada mes. Este problema, impulsado por los crecientes costos de la vivienda y la inflación, afecta gravemente a la comunidad hispana.
El costo de la vivienda ha aumentado de manera significativa en los últimos años y, para mucha gente, mantener un techo sobre sus cabezas se ha convertido en una lucha mensual. Las rentas y los precios de las propiedades se han disparado, lo que deja a muchas familias al borde del desalojo o forzadas a vivir en condiciones de hacinamiento.
¿Por qué a los latinos les cuesta llegar a fin de mes?
Una encuesta reciente realizada por BSP Research para UnidosUS y Oportun en abril revela que muchas familias latinas en California, Arizona y Texas enfrentan serias dificultades económicas. A pesar de contribuir significativamente a la economía nacional, con un aporte de 3.2 billones de dólares al PIB, muchos migrantes luchan para cubrir sus necesidades básicas.
Migrantes se enfrentan al desierto a pesar de las altas temperaturas
A pesar de las mejoras en las tasas de empleo y sueldos, así como avances en la lucha contra la inflación, la realidad económica para muchos extranjeros sigue siendo dura. Las familias con ingresos anuales inferiores a 29,000 dólares son las más afectadas, con un 65% de ellas preocupadas por pagar la renta cada mes. Incluso aquellos que ganan más de 50,000 dólares al año, cuatro de cada 10, también sienten esta presión financiera.
Te puede interesar: Este es uno de los principales problemas que enfrentan las migrantes latinas al llegar a Estados Unidos
La situación es especialmente difícil para los latinos jóvenes, de entre 25 y 39 años, y para aquellos que no tienen un título universitario. Estos grupos se enfrentan a mayores desafíos para encontrar y mantener empleos bien remunerados, lo que agrava su capacidad para hacer frente a los altos precios de las residencias.
El aumento de los precios de alquiler y compra de vivienda ha sido un factor clave en la inflación, lo que convierte al importe del domicilio en el mayor gasto para las familias migrantes. La escasez de viviendas accesibles y la reducción de las ayudas post-Covid han empeorado la situación, lo cual deja a muchas familias en una lucha constante para evitar el desalojo.
Te puede interesar: La diferencia que habrá en el próximo censo de Estados Unidos para los latinos
Además, la falta de ingresos suficientes sigue siendo una preocupación principal. Más de un tercio de los encuestados mencionan que su mayor problema es ganar lo necesario para cubrir sus gastos. Esta preocupación no solo afecta a aquellos con ingresos bajos, sino también a uno de cada cuatro latinos que ganan más de 50,000 dólares anualmente, quienes también luchan por llegar a fin de mes.
