Eric fue un creador con una visión poco común: no solo producía arte, sino que se dedicó a impulsar el trabajo de otros. Su papel como gestor cultural lo convirtió en un aliado indispensable para quienes buscaban abrirse camino en el mundo artístico. Entendía que una exposición debía ser también una oportunidad para conectar obras con personas. Así, combinó su talento creativo con una vocación profunda de servicio hacia los demás.
Cuando la enfermedad llegó, el arte se transformó en su refugio. Mariamm recuerda que, frente al cáncer y la insuficiencia renal, Eric canalizó todo en la pintura: “En lugar de rendirse, convirtió el arte en una forma de reconstruirse”. Incluso en los hospitales seguía trabajando, decidido a no abandonar su propósito de vida ni a su comunidad artística.
La exposición, organizada por Mariamm, no solo da continuidad a su labor, sino que también narra su historia. “Eric quería dejar un testimonio, y esta muestra lo cuenta con las voces de muchos que lo admiraron o que desean conocerlo a través de sus obras”, comparte.
Las tres salas que componen la exposición muestran una amplia diversidad de estilos, materiales y perspectivas. La tercera está dedicada íntegramente a Eric y exhibe 21 piezas propias, marcadas por una energía vital y una evidente influencia de Basquiat, artista al que admiró profundamente.
Sin embargo, detrás de la figura del artista también hay una historia de amor y resistencia. Mariamm relata que se conocieron durante una etapa difícil de su vida, y su conexión surgió a través de cartas y miradas a distancia: “Durante meses solo nos escribíamos, sin contacto físico, hasta que por fin pudimos vernos. Desde ese día no volvimos a separarnos”.
Ese vínculo le devolvió las ganas de vivir. “Después de pensar en rendirse, encontró un motivo para luchar. Se convirtió en parte de mi familia y mis hijas lo quisieron como a un padre”. Su unión fue sellada en un acto simbólico que representó su fortaleza compartida. “Decía que al casarnos los dos estábamos protegidos, y así fue. No lo dejé solo ni en los peores días”.
Hoy, Mariamm continúa con XPONARTE, el proyecto que ambos fundaron. Asumió su dirección y organizó esta exposición y una subasta con el fin de mantener viva su obra y su mensaje. “Colgar los cuadros, hablar con los artistas, seguir su trabajo… eso me da fuerza para continuar”, confiesa. “Aunque duele hacerlo sin él, siento que sus sueños se están cumpliendo”.
Eric participó en distintas exposiciones nacionales e internacionales, como Art Teat y la Lisboa Contemporary Exhibition (2018), UNTITLED La Loma en Chicago (2018), SM4 Club de Golf Amanali (2019) y la Galería Óscar Román (2020). Su recorrido lo consolidó como un referente del arte contemporáneo mexicano y un ejemplo de perseverancia frente a la adversidad.
“Eric siempre creyó que el arte podía alumbrar incluso los momentos más oscuros”, dice Mariamm. “Este homenaje es más que un recuerdo: es un mensaje de esperanza, de amor y de fe en la creatividad”.
La exposición “Eric O’Farril Lukauskis: Arte y solidaridad” se inauguró el 2 de octubre a las 19:30 horas, mientras que la subasta de arte tendrá lugar el 16 de octubre en el Centro Cultural Pedregal (Av. de Las Fuentes 557, Jardines del Pedregal).