La NASCAR Cup Series celebrada el pasado fin de semana en el Autódromo Hermanos Rodríguez fue un evento histórico para México, con miles de fanáticos disfrutando de la adrenalina y el espectáculo. El ambiente en la Ciudad de México fue impresionante: la organización, la emoción de la gente y la calidad del evento dejaron una huella positiva en la comunidad automovilística. Sin embargo, en medio de este gran despliegue, un par de vendedores de cerveza ensuciaron la el evento con una acción irresponsable y lamentable.
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Un hecho inaceptable
Un video difundido en redes sociales por el usuario @elchamacodelosautos muestra a dos vendedores de cerveza en plena acción, rellenando vasos con agua sucia, antes de servir la bebida a los asistentes. La secuencia muestra cómo estos individuos abren latas de cerveza y, sin ningún pudor, vierten lo que parece ser agua de una hielera en los vasos, rebajando la cerveza de forma completamente inapropiada. El vendedor le entrega la mezcla a una mujer encargada de la venta, quien la distribuye entre los aficionados.
La denuncia no tardó en viralizarse, con comentarios que varían entre la indignación y la incredulidad. A pesar de las defensas que aseguraban que lo que se colocaba en los vasos era hielo, el movimiento y el contexto del video descartaron esa posibilidad, haciendo evidente la mala práctica.
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La sombra de la mala conducta en el deporte
Lamentablemente, a lo largo de los años, hemos sido testigos de incidentes similares en otros eventos deportivos, como en el Estadio Azteca, el Alfredo Harp Helú y el Fray Nano, donde los vendedores han sido sorprendidos rebajando la cerveza, lo cual no solo es indignante, sino también una falta de respeto a los asistentes.
Es inaceptable que, en un evento de la magnitud de la NASCAR, los asistentes se vean afectados por la conducta de un par de individuos que no solo ponen en riesgo la experiencia de los fanáticos, sino que también dañan la reputación del evento. Estos vendedores no solo engañan a los consumidores, sino que también dejan en evidencia una falta de ética y responsabilidad en su labor.