Puebla, Pue.- Su sabor y colores conquistan a los paladares más exigentes de miles de comensales al año, el chile en nogada es el platillo barroco poblano por excelencia, servido por primera vez hace 200 años a Agustín de Iturbide.
Su elaboración requiere de un trabajo arduo y en San Nicolás de los Ranchos se prepara este platillo icónico con sabor exquisito que le otorgan los frutos de la región aledaña a los volcanes.
Todo inicia con la selección de frutas, manzana panochera, pera lechera, durazno criollo, chile poblano, pasas, piñón, almendra, granada, perejil y nuez de castilla para la deliciosa nogada.
“Llevamos como 40 años elaborándolos, haciéndolos yo misma, pero desde niña también mi mamá hacía los chiles en nogada, mi mamá aprendió de mi abuelita, un buen chile se come solamente en temporada”, aseguró Liboria Solano, cocinera.
La receta
Manos a la obra: se realiza el relleno con los frutos, más tarde se tuestan los chiles y se rellenan, ahí llega un momento especial, el capeado.
“Lo que a mí me gusta es capear el chile, porque la capeada es darle su tiempo y saber cómo es el capeado para que salgan así los chiles”, expresó Yolanda Gutiérrez, cocinera.
Ahora llega el momento de mayor sabor, la elaboración de la nogada donde la protagonista es la nuez de castilla.
“La nuez de castilla es lo principal de un chile en nogada y de la nogada, lo aprendí de mi mamá y mi mamá de su abuela y así sucesivamente, la nogada solo lleva nuez, lechita, azúcar y un trocito de quesito”, reveló Guadalupe Casas, cocinera.
Momento de emplatar: un gran chile en nogada con un generoso baño de nogada y para darle más sabor y color granada y perejil.
“Siento un orgullo vaya fenomenal, porque yo he tratado de conservar la receta lo más original que se pueda, de este platillo emblemático es nuestro, es poblano”, comentó entusiasmada Liboria.
