“Yo quisiera trabajar para poderme sostener y no puedo”. La voz entrecortada de Guadalupe Guzmán, de 66 años, resume la impotencia de miles de pacientes varados en el sistema de salud pública. Su estado se agrava cada día mientras espera una prótesis de cadera; una cirugía que, en el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), le han pospuesto cuatro veces.
El motivo es siempre el mismo: “Decían que estaba corto el presupuesto, que no les llegaban suficiente prótesis”, explica Israel Ruiz, hijo de Lupita.
Después de año y medio de espera, la salud de Guadalupe se ha deteriorado drásticamente. “Me siento peor, antes caminaba y ahorita no aguanto ni a bañarme, ni hacer nada”, confiesa.
¿Cómo está el Sistema de Salud de México?
La familia de Lupita no puede costear la operación por su cuenta, pues la prótesis supera los 100 mil pesos. Su única opción es un sistema de salud que los tiene en una lista de espera interminable, una situación que destroza anímicamente a sus seres queridos.
“Impotencia, coraje, llora uno de tristeza, al ver el caso personal de mamá y ver el caso de otras personas”, lamenta su hijo Israel.

Y en 2026... más recortes a la salud
La falta de presupuesto que hoy impide operar a Lupita amenaza con agravarse. El Proyecto de Presupuesto para 2026 contempla recortes a cinco Institutos Nacionales de Salud, siendo el de Rehabilitación (INR), donde ella se atiende, el más castigado con una reducción del -0.8%.
Otros institutos afectados serían:
- Medicina Genómica (-0.1%)
- Psiquiatría (-0.2%)
- Salud Pública (-0.2%)
- Neurología y Neurocirugía (-0.5%)
- Rehabilitación (-0.8%)
Expertos advierten que esta decisión mermará aún más la capacidad operativa de los hospitales. “Esto va mermando la capacidad de las organizaciones en compra de medicamento, en mantener la nómina... en darle mantenimiento a los diferentes aparatos necesarios para atender a la población”, advierte Jorge Cano, de México Evalúa.
La esperanza de Lupita, condicionada al presupuesto
A la familia de Lupita le han dado una nueva fecha para la cirugía: enero de 2026. Sin embargo, la promesa llega condicionada a que el presupuesto asignado lo permita.
Mientras tanto, a Lupita solo le queda esperar, resignada a una burocracia que le es ajena:
“Los doctores no pueden hacer nada porque todo esto viene de allá arriba”.












