En Acapulco, Guerrero, crecen las exigencias de rendición de cuentas ante la falta de transparencia del Fondo de Infraestructura Social Municipal (FISMUN) 2023, cuyo monto asignado superó los 898 millones de pesos para apoyar a los damnificados por el huracán Otis. El problema: nadie sabe en qué se ejerció el dinero y las autoridades locales, encabezadas por la alcaldesa Abelina López Rodríguez, han evadido cualquier tipo de auditoría.
A pesar de que la administración asegura haber realizado 511 obras públicas, no hay evidencia visible ni técnica que respalde dicha afirmación. De acuerdo con los registros oficiales, cada obra habría costado en promedio 1 millón 700 mil pesos, pero hasta ahora no hay pruebas físicas, direcciones, expedientes técnicos ni licitaciones que demuestren su existencia.
Alcaldesa Abelina López evade auditorías y acude hasta la SCJN
El diputado local de Morena, Joaquín Badillo Escamilla, denunció públicamente que la alcaldesa se ha amparado en tribunales estatales y federales para evitar que la Auditoría Superior del Estado revise los recursos ejercidos.
Incluso, el caso fue llevado hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) mediante una controversia constitucional, aunque esta no exime a la alcaldesa de comprobar el destino del dinero. “No hay justificación válida para no rendir cuentas”, declaró el legislador, señalando que el ayuntamiento sigue sin ofrecer pruebas reales del uso del FISMUN.
Empresarios y ciudadanos exigen revocación de mandato de la alcaldesa de Acapulco
Empresarios locales como Héctor Nájera y Ramiro Solorio han cuestionado abiertamente el paradero del presupuesto: “¿Dónde están las obras? Nada se ha hecho en Acapulco”, afirmaron. La situación ha generado un fuerte descontento social, al punto de que se interpuso una solicitud de revocación de mandato ante el Congreso local en abril de este año.
La negativa de Abelina López para rendir cuentas ha sido vista como una señal de opacidad. “La rendición de cuentas no se le da”, expresó irónicamente el legislador Badillo, al tiempo que remarcó que el desastre provocado por el huracán Otis no puede ser excusa, ya que los recursos estaban disponibles mucho antes del fenómeno.
¿Dónde están los 898 millones para Acapulco?
Mientras en Acapulco continúan las secuelas de la devastación y la reconstrucción parece estancada, la población exige saber: ¿dónde están esos 898 millones de pesos? El llamado es claro: se necesita transparencia, rendición de cuentas y una investigación seria sobre el uso del FISMUN.