Carlos Manzo Rodríguez, alcalde de Uruapan, sufrió un asesinato a balazos en un hecho que conmocionó a Michoacán y al país. Cinco disparos acabaron con la vida del edil, conocido por su firmeza contra el crimen organizado y por alzar la voz en defensa de su comunidad. Su muerte marca una tragedia que revela la grave crisis de seguridad que enfrenta México.
El contexto criminal: La captura de “El Rino” del CJNG como detonante de las amenazas crecientes
Desde el inicio de su gestión, Carlos Manzo mostró determinación para combatir a los grupos criminales que azotan su territorio. Nunca cerró los ojos ante la violencia ni la corrupción que mantiene al país secuestrado por la delincuencia.
Su lucha pública dejó en evidencia el peligro que representa el crimen organizado, especialmente tras la captura de “El Rino”, integrante del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en agosto de 2025, hecho al que el alcalde reaccionó con llamados urgentes a reforzar la seguridad.
Una voz silenciada: La trayectoria de Carlos Manzo y su firme combate al crimen organizado
Manzo defendió a su gente con el coraje de quien sabe que su misión es arriesgada. Sus palabras y acciones se escucharon más allá de Uruapan; exigió mayor protección a la presidenta de México y alertó al secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, sobre las amenazas crecientes. A pesar de las amenazas, mantuvo una postura firme y no dudó en señalar a los enemigos de la sociedad.
Tragedia en el Festival: Cinco disparos acabaron con la vida del alcalde durante un evento cultural
El asesinato ocurrió durante el Festival de las Velas, un evento tradicional que se vio trágicamente opacado por la violencia. Cinco disparos estallaron y terminaron con la vida de un hombre que, hasta el final, mantuvo la convicción de hacer un cambio. Su muerte representa el desprecio y la indiferencia de un gobierno que, hasta ahora, no logró protegerlo.
A pesar de la tragedia, el legado de Carlos Manzo permanece vivo entre las familias que por primera vez se sintieron escuchadas. Su gobierno se centró en combatir el crimen sin concesiones, dejando claro que abrazos, nunca; rigor y combate, siempre. Este líder valiente murió ignorado por las autoridades pero respetado por su pueblo, que hoy llora la pérdida de un hombre valioso.












