Creación de empleos formales se desploma en México: ¿Otra mentira más del bienestar?
En el discurso se habla de una economía “fuerte”, pero las cifras oficiales contradicen esta realidad, que para mal se refleja en lo que gastamos los mexicanos.
En Palacio Nacional hay quienes insisten en que México está mejor que nunca. Aseguran que la economía va viento en popa, que el empleo crece y que las inversiones fluyen.
Sin embargo, detrás de los aplausos y las conferencias matutinas, las cifras oficiales cuentan una historia menos optimista y más cercana a la realidad de millones de familias mexicanas.
Creación de empleo formal en México va en caída libre: reporta IMSS
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), durante los primeros cinco meses del año (de enero a mayo), apenas se generaron 133 mil 665 empleos formales, una caída del 59.8% respecto al mismo periodo del año anterior.
“Estamos hablando de una caída del 60% en la creación de empleos formales. Es un dato que preocupa, sobre todo porque viene acompañado de otros indicadores negativos que el gobierno no puede seguir ignorando”, explicó Gabriel Pérez del Peral, de la Universidad Panamericana.
Detrás de esta contracción están diversos factores económicos y estructurales. Entre ellos, la incertidumbre política y jurídica generada por reformas polémicas, como la propuesta de modificación al Poder Judicial.
A esto se suma un entorno de inseguridad creciente, que impacta directamente en la actividad económica, particularmente en estados clave para la industria y el comercio.
Inversión extranjera también cae en el primer trimestre de 2025
Otra señal de alarma es sobre la inversión extranjera directa (IED), la cual cayó 21% durante el primer trimestre del año, según datos de la Secretaría de Economía. Para los analistas, esta baja no es casual.
“Los capitales están leyendo el entorno: hay más violencia, menos certeza jurídica, y una economía que ya no genera confianza”, apuntó Gabriel Pérez.
La inversión extranjera es uno de los motores fundamentales para el crecimiento del país. Si se detiene, también lo hacen los proyectos productivos, las oportunidades laborales y, en consecuencia, el consumo.
¡Ya no alcanza para nada! Crisis que se refleja en el bolsillo
Otro dato que refleja la desaceleración económica es la caída del 0.8% en el consumo privado en mayo. Este indicador, que mide el gasto de los hogares, funciona como un termómetro de la confianza del ciudadano promedio.
Si baja, significa que la gente deja de consumir por temor a perder el empleo, por endeudamiento o por simple falta de ingresos. En otras palabras, los mexicanos ya no gastan como antes, porque el bolsillo ya no alcanza.
Por si fuera poco, la inflación interanual de mayo se ubicó en 4.42%, según el INEGI. Aunque se mantiene dentro del rango de tolerancia del Banco de México, representa un incremento que golpea directamente el poder adquisitivo de las familias.
Y si aún había dudas sobre el rumbo económico, el propio Banco de México recortó su pronóstico de crecimiento para 2025 a apenas 0.1%. Una cifra que da un golpe duro a la realidad a un régimen, que insiste trabajar para el bienestar del pueblo.