Ante la posibilidad de una tormenta solar intensa, países de todo el mundo se encuentran elaborando protocolos específicos para prepararse ante este evento; la UNAM ha emitido información sobre esto.
El Servicio de Clima Espacial del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM tiene como una de sus principales misiones la vigilancia constante del estado del Sol. Esta labor incluye la detección de posibles tormentas solares y la evaluación de sus potenciales efectos sobre el entorno espacial de la Tierra.
Es importante recordar que las tormentas solares son fenómenos naturales con efectos globales que pueden tener un impacto significativo en nuestras infraestructuras tecnológicas.
¿Cuándo ocurriría la mega tormenta solar?
Un evento natural con repercusiones globales: una intensa tormenta solar podría azotar la Tierra entre 2024 y 2025, afectando a los equipos satelitales y de telecomunicaciones que orbitan nuestro planeta. Así lo advirtió Juan Américo González Esparza, investigador del Servicio de Clima Espacial del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM.
“El Sol tiene un ciclo de actividad que dura alrededor de 11 años”, explicó el científico. Durante este ciclo, la estrella pasa de una fase inactiva, con una superficie lisa y amarilla, a una fase activa, caracterizada por manchas solares y tormentas solares.
¿Cómo fue la última mega tormenta solar que afectó a la Tierra?
“El más reciente mínimo de actividad solar, cuando estuvo dormido, ocurrió en diciembre de 2019, y a partir de enero de 2020 inició el ciclo solar número 25, el cual gradualmente ha venido incrementando la actividad. ‘El máximo se espera que ocurra entre el 2024 y 2025'”, se lee en la información de la UNAM.
Desde diciembre de 2019, cuando el Sol alcanzó su mínimo de actividad, dando paso al ciclo solar número 25, la actividad solar ha ido en aumento. Se espera que este ciclo alcance su máximo entre 2024 y 2025, lo que significa un mayor riesgo de tormentas solares.
¿Cuáles serían los efectos catastróficos de la mega tormenta solar?
Las tormentas solares son eventos naturales que pueden generar fuertes descargas de energía, capaces de afectar a la tecnología que orbita la Tierra. Satélites, redes de comunicación, sistemas eléctricos, GPS y hasta los servicios aéreos podrían verse afectados por estas tormentas, según advierte Juan Américo González Esparza, investigador del Servicio de Clima Espacial del IGf.
