Un hombre ciego recuperó parcialmente la vista después de someterse a una terapia optogenética y a estimulación lumínica, por lo que es la primera vez que un paciente, apoyado por esta técnica, recobra de manera parcial su función visual.
El hombre que participó en el ensayo clínico perdió la vista a causa de la retinopatía pigmentaria, una enfermedad hereditaria que provocó que las células fotorreceptoras de su retina se destruyeran y perdiera de manera progresiva la visión.
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La retinopatía pigmentaria comienza con la ceguera nocturna o dificultad para ver en la oscuridad, después el campo visual se reduce y las personas observan como si utilizaran un pequeño tubo, hasta que finalmente solo perciben la luz, como le sucedió al hombre ciego que partició en este ensayo.
Los resultados del ensayo, publicados en la revista Nature Medicine, mostraron que después de la terapia, el paciente pudo localizar y tocar objetos, no solo percibir la presencia de luz como hacía antes de someterse a esta técnica.
¿Qué es la terapia optogenética a la que se sometió el hombre ciego?
La terapia optogenética consiste en la manipulación, a través de la luz, de células y proteínas microbianas fotosensibles, llamadas opsinas, las cuales dan información visual al cerebro por medio del nervio óptico.
Al paciente, un hombre ciego originario de Francia, se le inyectó un gen codificador para una de las proteínas opsinas, conocida como ChrimsonR.
Después de cinco meses, el hombre tuvo un periodo de adaptación para que su organismo produjera esa proteína. Además, pasó por diferentes pruebas en las que, apoyado por unas gafas equipadas con una cámara, tenía que detectar algunos objetos de color oscuro, colocados sobre una mesa blanca.

Gracias a las pruebas, los investigadores descubrieron que el hombre había recuperado parcialmente la vista, ya que solo podía localizar y tocar los objetos cuando tenía puestas las gafas, por lo que la inyección por sí sola no funciona.
Lo anterior se debe a que “el sensor optogenético no es capaz de adaptarse a diferentes condiciones de iluminación y necesita más luz de la presente en una habitación”, explicó Botond Roska, uno de los coautores del estudio y miembro del Instituto de Oftalmología Clínica y Molecular de Basilea, Suiza.
De manera independiente a las pruebas, el paciente pudo detectar muebles y puertas; cuando estaba en la calle, logró distinguir las rayas en los pasos peatonales.
José-Alain Sahel, director del Instituto de la Visión de la Universidad de Sorbona, indicó que debido a la pandemia de Covid-19 solo pudieron aplicar la terapia optogenética en el hombre ciego de 58 años, pero una vez que la emergencia sanitaria pase, el ensayo continuará con otros pacientes.
Aunque los resultados de esta investigación “son una buena noticia”, los investigadores afirmaron que “son muy preliminares y no se deben crear falsas expectativas, ya que el sujeto recuperó parcialmente la vista y lograr distinguir básicamente bultos”.
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