Londres, RU.- Agencias de inteligencia de Moscú espiaron al exagente ruso Sergei Skripal y a su hija Yulia durante al menos cinco años antes de que fueran atacados con un agente neurotóxico en marzo, dijo el asesor de seguridad nacional de la primera ministra británica.
Mark Sedwill señaló el viernes en una carta al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que las cuentas de correo electrónico de Yulia fueron el blanco en 2013 de ciberespecialistas de los servicios militares de inteligencia rusos GRU.
Sedwill también dijo en la carta, publicada por el Gobierno británico, que era “altamente probable que los servicios de inteligencia rusos vieran al menos a algunos de sus desertores como objetivos legítimos de asesinato”.
Sergei y Yulia Skripal fueron el blanco de lo que Londres califica como un ataque con un agente nervioso, que dejó a ambos en estado crítico durante semanas. La primera ministra británica, Theresa May, ha dicho que es muy probable que Moscú esté detrás del ataque.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, señaló el viernes que un informe de esta semana de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) no confirmó el origen del veneno empleado contra los Skripal, únicamente su composición.
En tanto, el embajador ruso en Reino Unido dijo el viernes que la acusación británica de que Moscú habría estado espiando a los Skripal por al menos cinco años era una “gran sorpresa” y agregó que le preocupaba que el Gobierno británico estuviera intentando deshacerse de las pruebas relacionadas con el caso.
“Tenemos la impresión de que el Gobierno británico está persiguiendo deliberadamente la política de destrucción de toda prueba posible, clasificando todo el material que queda y haciendo imposible una investigación independiente y transparente”, dijo a periodistas Alexander Yakovenko.
“Si alguien estaba espiando, ¿por qué los servicios británicos no se quejaron de eso?”, cuestionó el embajador ruso. “Siempre se quejan si algo va mal. No vimos señales, ninguna solicitud del lado británico de que no estaban contentos con la forma en que vivían los Skripal en Salisbury”, añadió Yakovenko.