Gaza atraviesa uno de los momentos más devastadores desde que inició la ofensiva militar israelí en octubre de 2023. De acuerdo con el Ministerio de Salud palestino, el número total de víctimas mortales ha alcanzado los 58 mil 368 muertos, mientras que los heridos ya superan los 139 mil 077. Tan solo en las últimas 24 horas, 120 personas perdieron la vida y al menos 557 más resultaron lesionadas tras nuevos bombardeos del ejército de Israel (FDI), los cuales han aumentado la crisis.
Israel ataca a vehículo que distribuía agua potable en Gaza
Uno de los recientes impactos ocurrió en un campo de refugiados donde un vehículo que repartía agua potable fue alcanzado, dejando un muerto y cuatro heridos más. Las imágenes del lugar revelan la destrucción total del camión, lo que intensifica la escasez crítica de recursos básicos como el agua, en una zona que ya opera al límite.
Crisis hospitalaria por falta de combustible en Gaza
La crisis sanitaria se agrava día a día. Desde el inicio del conflicto, más de 1,400 trabajadores del sector salud han muerto y al menos 360 han sido arrestados, según cifras oficiales. Esta situación ha dejado sin personal capacitado a múltiples hospitales en la Franja, que ahora dependen de voluntarios o personal no especializado para atender emergencias masivas.
Además, la escasez de combustible ha paralizado clínicas y ambulancias, provocando situaciones de vida o muerte, especialmente entre pacientes vulnerables. En el Centro Médico Al-Shifa, bebés prematuros han muerto al no contar con incubadoras funcionales, al verse forzados a compartir aparatos por falta de energía eléctrica.
“Fue la falta de combustible lo que mató a mi hija. Si hubiera habido combustible, aún estaría viva. Por favor, envíen combustible al hospital”, declaró entre lágrimas Mohammad Natiz, padre de una bebé fallecida.
Transporte colapsado y movilidad imposible dentro de la Franja de Gaza
La movilidad dentro de Gaza también se ha visto afectada de forma crítica. La destrucción de caminos, la escasez de gasolina y la falta de refacciones han dejado a miles de vehículos abandonados. Las ambulancias no logran llegar a tiempo y los traslados de heridos se realizan, en muchos casos, a pie o en carretillas improvisadas.
Las hostilidades no cesan y la población civil sigue atrapada entre los escombros, sin acceso a comida, agua, electricidad ni atención médica digna. El llamado de organismos internacionales y de familiares como Natiz se repite: urge el envío de combustible y ayuda humanitaria inmediata.
Mientras tanto, el número de muertos en Gaza sigue aumentando y la falta de combustible se convierte en una sentencia de muerte silenciosa para cientos cada día.