Sudáfrica llora a 90 víctimas por inundaciones devastadoras; 30 eran niños

La cifra de muertos por las lluvias torrenciales en Sudáfrica asciende a 90, incluyendo 30 niños; iles han perdido sus hogares en la peor inundación en años.

Aumenta el número de muertos en la provincia de Sudáfrica afectada por las inundaciones
Los trabajadores de rescate llevan el cuerpo cubierto de una víctima a medida que el número de muertos por inundaciones continúa aumentando, en Mthatha, provincia del Cabo Oriental, Sudáfrica,|REUTERS
Notas
Mundo

Escrito por: Rodrigo Lema

Escuelas, puentes y los cimientos de miles de hogares han desaparecido bajo un manto de lodo espeso a causa de las lluvias torrenciales que han golpeado con una furia a la provincia de Cabo Oriental, la más pobre y vulnerable de Sudáfrica.

Este 16 de junio, el gobierno confirmó la cifra de víctimas mortales, que ha ascendido a 90 personas, un número que no deja de crecer. La portavoz del gobierno provincial, Khuselwa Rantjie, confirmó la cifra. “Desafortunadamente, ha aumentado de 88 a 90", afirmó.

La estadística más desgarradora es que, de esos 90 fallecidos, 30 eran niños, cuyas vidas fueron arrastradas por las aguas que, según testigos y autoridades, superaron los cuatro metros de altura.

Más de 2,600 personas lo han perdido todo y ahora se hacinan en refugios temporales, como centros comunitarios y escuelas que quedaron en pie.

El culpable de las tragedias

El presidente Cyril Ramaphosa, tras su visita a la zona devastada, no dudó en señalar al culpable. Atribuyó la catástrofe a la “gravedad” del cambio climático, un fenómeno que para estas comunidades no es un debate, sino una amenaza mortal.

El gobierno clasificó los hechos como “desastre nacional” en cuatro provincias, una medida que, según el ministro Velenkosini Hlabisa, permite una movilización de recursos más rápida.

Organizaciones no gubernamentales como Gift of the Givers y la Fuerza de Defensa Nacional de Sudáfrica (SANDF) lideran los esfuerzos de rescate en medio de la tragedia.

“La infraestructura está colapsada. Muchos caminos y puentes han sido destruidos, lo que dificulta enormemente el acceso a las comunidades aisladas”, señaló un portavoz de la ONG.

La vulnerabilidad de Cabo Oriental no es solo climática, sino también socioeconómica, con altos niveles de pobreza y viviendas informales construidas en llanuras aluviales de alto riesgo.

Mientras los equipos de rescate, con perros y maquinaria pesada, siguen buscando cuerpos, el gobierno ha decretado un día de duelo nacional.

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