¿Listo para saber si el próximo año nos trae sequías devastadoras, lluvias históricas o calma? En México, esta pregunta no es retórica; es vital. La incertidumbre sobre si La Niña o El Niño dominará los patrones climáticos para julio de 2025 nos mantiene al borde. Estos dos fenómenos, caras opuestas del ciclo ENOS (El Niño-Oscilación del Sur), son los arquitectos invisibles de nuestro clima, determinando desde la temporada de huracanes hasta la disponibilidad de agua en nuestros hogares.
Mientras El Niño se asocia con un calentamiento anómalo en el Pacífico tropical, lo que puede significar escasez de lluvias en algunas de nuestras regiones o, por el contrario, precipitaciones torrenciales en otras, La Niña se caracteriza por un enfriamiento que suele invertir muchos de esos efectos.
¿Cuándo vuelve el fenómeno de El Niño en 2025?
De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial, no se espera que el fenómeno de El Niño regrese en 2025. Para el período de julio a septiembre de 2025, la probabilidad de que se mantengan condiciones neutrales del fenómeno ENOS es del 65%, con una ligera posibilidad (35%) de que se presente un episodio débil de La Niña. La probabilidad de que se forme un episodio de El Niño durante este periodo es muy bajo.
¿Cuándo vuelve el fenómeno de La Niña en 2025?
El fenómeno de La Niña en 2025 se encuentra en transición hacia condiciones neutrales, con su debilitamiento confirmado desde abril y una fase neutra que se mantendrá al menos hasta agosto o septiembre. Aunque es poco probable, no se descarta que pueda extenderse un poco más o regresar hacia finales de este año.
Los pronósticos indican que hasta la primavera de 2025, La Niña influenciaba de forma débil, beneficiando con lluvias y temperaturas moderadas en regiones como México, pero a partir de abril predominaron condiciones neutrales hasta el final del verano en el hemisferio norte. Respecto a un posible regreso, científicos advierten que La Niña podría reaparecer entre noviembre de 2025 y enero de 2026, con una probabilidad cercana al 41%, mientras que la probabilidad de mantener condiciones neutrales en ese periodo es del 46%.
