Logo Inklusion Sitio accesible
FIA2026.png

El mensaje de María Corina y su hija que sacude a las dictaduras

María Corina Machado arribó a Noruega para recibir el Nobel de la Paz y, junto a su hija, lanzó un mensaje contundente sobre la destrucción institucional

La presencia de María Corina Machado en Noruega, tras burlar los obstáculos impuestos por el dictador Nicolás Maduro, despertó una oleada de esperanza entre simpatizantes que ven en su reconocimiento internacional un impulso clave para la lucha democrática en Venezuela.

Apenas 24 horas después de llegar a territorio noruego, dejó claro que, pese a décadas de resistencia, su batalla apenas comienza.

En esta primera etapa de su agenda europea, Machado relató uno de los momentos emocionalmente más significativos que vivió tras largos meses de aislamiento: durante más de 16 meses no pudo abrazar ni tocar a nadie. Su reencuentro con su familia se convirtió en uno de los gestos más simbólicos de resistencia ante el cerco impuesto por el régimen.

La voz de su hija: un retrato del deterioro institucional

Ana Corina, hija de la opositora venezolana, fue quien recibió inicialmente el Nobel de la Paz en nombre de su madre. Sobre el escenario, leyó las palabras escritas por Machado, pronunciándolas con un tono que llevó a la audiencia a un recorrido por los elementos que, según su diagnóstico, han marcado el deterioro democrático en Venezuela.

En su mensaje, enumeró los patrones que —afirmó— repiten los regímenes autoritarios: el debilitamiento de las instituciones, la renuncia a las obligaciones democráticas, la sustitución del Estado de derecho por el carisma político y el uso del poder para desmantelar contrapesos.

Citó episodios que forman parte de ese proceso: la violación de la Constitución, la manipulación electoral, la censura, la persecución a disidentes y la purga de jueces independientes.

Su relato también abordó la crisis social: la utilización de la riqueza petrolera no para generar bienestar, sino para controlar políticamente a la población; la entrega de bienes como herramienta de obediencia; la corrupción sistémica y el colapso económico que dejó a más de nueve millones de venezolanos fuera del país. Describió estos efectos no como cifras, sino como heridas abiertas que marcan a toda una nación.

Machado advierte sobre la infiltración y el crimen organizado

En su intervención más reciente, ya de viva voz, María Corina Machado reforzó este diagnóstico al afirmar que Venezuela vive una forma de invasión alimentada por el crimen y grupos extranjeros que actúan “en sintonía con el régimen”.

Mencionó la presencia de agentes rusos e iraníes, así como organizaciones como Hezbolá y Hamás, las cuales —según su denuncia— operan con libertad dentro del país.

Su mensaje final subrayó que gran parte del daño más profundo ha sido generado por la división social deliberada, incentivada desde el poder: venezolanos enfrentados entre sí por razones ideológicas, raciales o económicas. Un método que, aseguró, ha fracturado a la nación.

Con su aparición en Noruega y el reconocimiento internacional que la acompaña, la figura de María Corina Machado vuelve a colocarse en el centro de la discusión global sobre el futuro político de Venezuela, mientras sus seguidores mantienen viva la esperanza de que el ciclo de la actual administración esté en sus momentos finales.

Notas