A pesar de no contar con el permiso de la Comisión para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) y de que no se conocen los resultados preliminares de los estudios de la fase 3, la próxima semana llegarán a México 200 mil dosis de la vacuna rusa contra la Covid-19 Sputnik V, eso como parte del paquete de 24 millones de aplicaciones pactadas entre los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Vladimir Putin.
Esta mañana, el director general del Instituto de Salud para el Bienestar, Juan Ferrer Aguilar, indicó que el primer embarque de 200 mil dosis de la vacuna rusa Sputnik V llegará la próxima semana, por lo que ya se está trabajando en la logística de su distribución en coordinación con la Marina y el Ejército mexicano.
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En la conferencia de prensa mañanera en salón Tesorería de Palacio Nacional, Ferrer Aguilar detalló que se está afinando el contrato para la adquisición de la vacuna rusa, que está a cargo del secretario de Salud, Jorge Alcocer.
Reveló que el contrato podría firmarse hoy, además que se cuenta con los recursos, porque la Secretaría de Hacienda tiene un fondo de 4 mil millones de dólares.
Hasta el momento, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios no ha otorgado la autorización para el uso de emergencia de la vacuna Sputnik V.
“La vacuna no solamente es traerla de algún país a México, trae condiciones y características especiales de volumen, medidas dimensiones, peso y tenemos que adecuar las aeronaves... Hoy el secretario de la Defensa Nacional, el general Luis Crecencio Sandoval, daba la especificación de todo este tipo de aeronaves que se requieren para el transporte y tenemos la colaboración del señor secretario de Marina que está dando su asesoría con todos los especialistas para ver la forma correcta de traerla directamente a nuestro país”, declaró.
LO QUE SE SABE DE LA VACUNA SPUTNIK V
La vacuna Sputnik V, también llamada Gam-Covid-Vac, fue desarrollada por el Instituto de Investigación Gamaleya, parte del Ministerio de Salud de Rusia.
Han surgido diversas críticas por su aprobación apresurada en Rusia, que fue el primer país en el mundo en iniciar las aplicaciones contra esta enfermedad, el pasado 5 de diciembre.
La vacuna rusa, que de acuerdo con sus creadores tiene una eficacia de hasta 91.5 por ciento con dos dosis, no ha sido aprobada por las autoridades sanitarias de Estados Unidos y tampoco se ha informado que la esté analizando.
Los países de América Latina que ya aprobaron su uso son Bolivia, Paraguay, Venezuela y Argentina, en este último inició su aplicación el 20 de enero, incluso se autorizó su uso para mayores de 60 años, luego de que, según la autoridad reguladora argentina recibió nueva información sobre el biológico.
En Argentina las críticas se han dado en torno a la falta de información toda vez que no se ha dado a conocer el informe técnico con datos preliminares de la fase 3 del estudio, pero no descartan que Sputnik V tenga buenos resultados.
“Uno no está en contra de la vacuna sino que quiere que se muestren los datos para darle transparencia y que madure la campaña de vacunación”, declaro al diario Clarín Roberto Debbag, vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE).
Este mismo diario ha realizado solicitudes de información al Ministerio de Salud y a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica, para tener detalles del medicamento, sin embargo se han negado a entregar lo relaciondo con la fase 3 de Sputnik V.
Cabe mencionar que el esquema de vacunación de este medicamento contempla dos dosis que se deben administrar con 21 días de diferencia.
Según su página oficial, el costo de cada dosis –se requieren dos– en los mercados internacionales será de menos de 10 dólares, lo que representa unos 200 pesos mexicanos, y “más de 50 países” ya hicieron solicitud de esta vacuna.
El Centro Gamaleya asegura que hasta el 14 de diciembre habían sido vacunadas más de 26 mil voluntarios en centros médicos de Rusia, como parte de los ensayos clínicos en ese país, y que realizaban estudios de fase 3 en Bielorrusia, Emiratos Árabes Unidos y Venezuela.
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