Los asistentes a un evento de apoyo a Morena, si bien son simpatizantes del movimiento, no dudaron en expresar las asignaturas pendientes que, a su juicio, tiene el Gobierno en turno. Las opiniones reflejan las preocupaciones cotidianas que atraviesan la vida de los ciudadanos, tocando temas cruciales como la economía, la seguridad y el acceso a servicios básicos.

En el ámbito económico, la queja es clara: “Los salarios que hoy por hoy se están percibiendo no alcanza. Muchos o comen o pagan renta,” evidenciando que el poder adquisitivo sigue siendo un problema grave para las familias.

Sector salud: Una de las principales quejas de los simpatizantes de Morena

Respecto a la salud, las carencias persisten; un asistente señaló la dicotomía: “Sí, hay todavía un desabasto de medicamento, pero no contaban con el equipo para poder operar.” Otro agregó que “a lo mejor sí podría haber hospitales, pero también falta mucho medicamento.” Además, se critica el difícil acceso y la calidad del servicio, pues una persona afirmó que prefiere “ir con la doctora de la esquina de mi casa,” ya que sacar una cita médica oficial “es estar ahí todo el día.” Las comunidades rurales enfrentan un panorama aún más desolador: “En los pueblos indígenas no llega tanto lo que son los servicios médicos. Les faltan muchos medicamentos.”

La seguridad: De los temas más recurrentes y de gran preocupación

“Seguridad es un tema. Yo creo que todavía no hemos avanzado mucho,” se escuchó, complementado por una crítica directa a los cuerpos policiales: “Lo que tenemos son muchos policías, pero incorruptos.” La falta de claridad en la estrategia también fue señalada: “No hay una clara definición de lo que estamos haciendo y cómo percibimos el crimen organizado.” Incluso la medición de resultados fue puesta en duda: “Tal vez este sí disminuye la violencia o los homicidios dolosos como lo acabamos de ver, ¿verdad? Pero bajo otro esquema de medición que ellos tienen, no, no el que nosotros vemos.”

Finalmente, las críticas se dirigieron a la operatividad del partido y la política social, percibiendo un sesgo. Hay quienes sienten que algunos funcionarios “nada más se pusieron el nombre de Morena, pero no están trabajando con el pueblo. Nada más le dan la ayuda a su gente.” A esto se suman las fallas en infraestructura básica, como el acceso al agua: “No hay agua en mi parcela. La llevo, la llevo de como de 25 kilómetros arrastrando.” Estos testimonios desde las bases morenistas ofrecen una valiosa crítica sobre la dirección que debe tomar el Gobierno para saldar las deudas sociales.