(Reuters)- Hace dos días, justo antes de que la policía dijera que Ahmad Al Aliwi Alissa había sido detenido, el tirador se armó con un rifle semiautomático estilo AR y una pistola, se puso un chaleco táctico, se sentó en su casa de Arvada, Colorado, y comenzó a jugar con su arma.
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La vista alarmó a su familia. El arma no se parecía a un rifle que aparece en las viejas películas occidentales, dijo la cuñada de Alissa a la policía, según una declaración jurada de arresto. Más bien, parecía una “ametralladora”.
Alissa dijo que una bala se había quedado atascada. La familia se lo quitó, molesta porque estaba jugando con un arma en la casa.
El lunes, dijo la policía, el tirador de 21 años irrumpió en un supermercado King Soopers en Boulder y mató a 10 personas con una ráfaga de balas.
Poco se sabe sobre Alissa o qué pudo haberlo motivado a abrir fuego en la tienda. Las 10 víctimas tenían entre 20 y 65 años e incluían a Eric Talley, un veterano de 11 años en la fuerza policial de Boulder.
Según la declaración jurada de la corte, Alissa había comprado una pistola semiautomática Ruger AR-556, un arma que se asemeja a un rifle semiautomático y tiene una capacidad de 30 disparos, el 16 de marzo, seis días antes del tiroteo.
Su cuñada, cuyo nombre fue eliminado del documento judicial, dijo a los investigadores que creía que el arma que su familia le había quitado a Alissa estaba de vuelta en su habitación el lunes por la noche.
Alissa, un ciudadano estadounidense naturalizado de Siria que se graduó de Arvada West High School en 2018, había tenido al menos dos enfrentamientos previos con la ley, según un portavoz del Departamento de Policía de Arvada, en Colorado. Hubo informes penales por agresión en tercer grado en 2017 y por travesuras criminales en 2018, dijo el departamento.
El departamento de policía no ha publicado registros que describan los resultados de esos casos.
No estaba claro de inmediato si Alissa tenía un abogado en su caso actual, y los miembros de la familia no respondieron a las solicitudes de comentarios de Reuters.
Ali Aliwi Alissa, el hermano de 34 años del sospechoso, le dijo a The Daily Beast que Alissa era antisocial y paranoico, y que en ocasiones había hablado en la escuela secundaria sobre “ser perseguido” o dijo que alguien lo estaba buscando.
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Los registros de Arvada West High School muestran que estuvo en el equipo de lucha libre durante dos temporadas que terminaron en 2018, según Cameron Bell, portavoz del distrito escolar.
Alissa, quien fue tratado por una herida en la pierna sufrida en un intercambio de disparos con la policía que respondió, ahora está en la cárcel esperando una comparecencia inicial ante el tribunal por asesinato y otros cargos. Las autoridades dijeron que confiaban en que actuó solo.
