Con las vacaciones de verano ya en marcha, más de 24 millones de estudiantes de educación básica en México buscan espacios seguros para jugar y divertirse. Sin embargo, en muchas ocasiones, la búsqueda se topa con una preocupante realidad: parques y plazas públicas en condiciones deplorables que, lejos de ser un lugar de esparcimiento, se han convertido en focos de peligro para los más pequeños.

Más de 24 millones de estudiantes buscan espacios de juego seguros durante las vacaciones

La falta de mantenimiento es evidente en todo tipo de estructuras. Los columpios están incompletos, dejando solo las estructuras con bordes afilados. Los pasamanos de metal se encuentran oxidados, y las resbaladillas están rotas.

Los mismos niños, conscientes de los riesgos, intentan sortear los obstáculos para evitar lastimarse. La falta de cuidado se extiende a todo el entorno: los parques están llenos de basura y vidrios rotos, y en las plazas públicas, la falta de luz es un problema habitual. Las canchas deportivas, a menudo, están pintadas con grafitis y sus cercas se encuentran destrozadas.

Parques y plazas públicas en México presentan condiciones deplorables y riesgos para la infancia

Habitantes de la capital del país, por ejemplo, aseguran que estas condiciones representan un peligro inminente para los niños. “Aparte de que están muy oxidados, están muy sucios y también a veces hay muchos juegos que ya están en mal estado y se cortan, los niños traen sus heridas en sus manos”, comenta una persona, reflejando la angustia de los padres.

El óxido en las estructuras es un riesgo de salud, y las malas condiciones impiden que los pequeños jueguen con tranquilidad. “Los traemos un ratito a los juegos, pero así como están, pues no. Luego no se puede jugar”, expresan los padres, que ven limitadas las opciones de recreación para sus hijos.

Falta seguridad para las infancias en México que solo quieren jugar

El problema va más allá de la falta de juegos o su mal estado; también se relaciona con la falta de seguridad. La inseguridad se percibe especialmente por la noche, cuando la oscuridad propicia que los espacios sean ocupados por personas ajenas a su propósito original.

“Pues vienen a tomar, vienen a drogarse, hay mucho indigente, muchos perros aquí en el parque”, señalan los vecinos, destacando cómo la falta de vigilancia y mantenimiento convierte a estos lugares en puntos de riesgo.

Padres exigen a autoridades restauración de juegos y mejora en la seguridad de espacios públicos

Lo que los padres y sus hijos anhelan son espacios públicos que cumplan con las condiciones mínimas para un esparcimiento digno y seguro. Sueñan con tener seguridad, alumbrado público funcional, limpieza y juegos en buenas condiciones. Su principal petición es que las autoridades limpien, corten la hierba y, sobre todo, restauren los juegos. Un niño, por ejemplo, pide “unas resbaladillas nuevas” para poder jugar sin peligro de lastimarse.

Las condiciones actuales de los parques y plazas generan una pregunta urgente para las autoridades en este periodo vacacional: ¿dónde jugarán los niños? Los padres de familia claman por acciones concretas que garanticen que sus hijos puedan disfrutar de espacios públicos limpios y seguros, como los que se merecen.