Dormir en el suelo, aguantar turnos de hasta 36 horas, lidiar con pagos atrasados y vivir entre baños sucios y colchones infestados de chinches. Así es como cientos de jóvenes internos médicos de pregrado, una etapa que debería formar y fortalecer a los futuros profesionales de la salud, pero que en la práctica se ha convertido en una prueba de resistencia física, mental y emocional.
Uno de los testimonios compartidos por una exinterna revela lo extremo de la situación: “Cada tercer día tenemos una guardia de más de 24 horas. En mi hospital solo había cuatro camas para más de cien internos. Y no eran camas: eran colchonetas duras, sucias, hasta con chinches”.
A pesar de las condiciones, estos jóvenes siguen firmes por vocación, asumiendo tareas pesadas, muchas veces sin supervisión y con la presión constante de no cometer errores. “Yo me sentía totalmente agotada, mentalmente, físicamente, es un sentimiento inexplicable”, relata otra exinterna.
Apenas 3,600 pesos mensuales para médicos en formación
Actualmente, los médicos internos reciben un apoyo mensual de alrededor de 3 mil 600 pesos por parte de la Secretaría de Salud. Una cifra que no alcanza ni para cubrir necesidades básicas de transporte, alimentación o renta, mucho menos para compensar el desgaste físico y emocional al que están sometidos.
Este monto contrasta fuertemente con el que reciben los beneficiarios del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, quienes pueden obtener hasta 8 mil pesos mensuales sin contar con estudios, ni experiencia, y en muchos casos, sin siquiera realizar actividad alguna.
Testimonios anónimos de beneficiarios del programa revelan que existen esquemas de corrupción en los que algunas empresas “pagan” por no asistir: “Si no podía o no quería ir, me daban 1,300 pesos al mes por firmar una vez”.
Recortes al sector salud: ¿dónde está la inversión?
Según datos de Mexicanos Contra la Corrupción, entre 2024 y 2025 el sector salud sufrió un recorte de 122 mil millones de pesos, una reducción que ha impactado directamente a hospitales públicos y al personal en formación. En contraste, el gobierno destinó en el sexenio pasado 120 mil millones de pesos al programa de Jóvenes Construyendo el Futuro.
“Ser médico debería ser una carrera en la que se invierta. Sin los internos, los hospitales colapsarían”, advierte uno de los testimonios.
El desequilibrio en la asignación de recursos refleja una falta de visión a largo plazo. Como señala el analista Leonardo Núñez: “La inversión en salud no se ve de inmediato, y esa no te genera votos”.