Yucatán. Animales marinos adornaron el cielo de la costa de Yucatán. Sí, se trató de papalotes y cometas con figuras de la fauna marina que provocó que niños, niñas y adolescentes cambiaran las tabletas electrónicas, los celulares y otros dispositivos por rescatar esta tradición que se mantiene viva.
Jalando cables largos comenzó la travesía para elevar cada figura de hasta 15 metros donde el aire ligero y los rayos del sol también fueron elementos que permitieron que los papalotes se elevaran.
Video: Ballenas y pulpos vuelan en Yucatán, disfrutan con papalotes
Ahí también se reunieron chicos y grandes quienes fueron los más sorprendidos de ver las piezas marinas.
“Están muy bien, llaman la atención sobre todo de los niños, mi bebé está emocionada, está feliz, desde que lo vio, mamá dice, sí. A la niña le gustó el pulpo rojo, mamá dice, el pulpo y a mi me pareció bien, no había vistó un espectáculo así", dijo Lilia Álvarez, una turista.
Desde caballitos de mar, pulpos gigantes, medusas, mantarrayas y hasta una ballena gigante cambiaron el mar por las nubes de la costa yucateca.
Delia, una turista, compartió: “Nosotros no podemos elevar el cometa pero ya llegaron dos niños y se acercaron ya llegaron otras dos señoras y se acercarán también a tratar de ayudarnos a elevarlo”.
De esta forma es como las familias yucatecas contemplaron el cielo de colores con estos papalotes de gran tamaño.
Tradición en los pueblos de Yucatán
Los niños de los pueblo, comisarías y municipios de Yucatán están acostumbrados de hacer sus propios papalotes, o los compran ya hechos, pero volarlos en esta temporada es una tradición muy antigua que todavía predomina.
Mayormente después de la escuela es común ver a los menores juntos elaborando su propio papalote y subirlo por lo que la diversión es gran parte de la tarde. Los hacen con papel periódico o plásticos de colores, con imaginación y creatividad, un pasatiempo favorito de ellos.
Papalote también conocida como “cometa de viento” es un juguete, un artefacto más pesado que el aire, vuela gracias al viento, en uno o varios de sus cordeles lo mantienen en su posición correcta de vuelo. Volar el papagayo o papalote esta antigua usanza lo habitual es en lugares abiertos, ventosos y descampados.