De acuerdo con el Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, el pasado lunes 12 de agosto la Tierra fue impactada por una tormenta geomagnética severa, clasificada como G4.
Este evento, causado por una serie de erupciones solares y eyecciones de masa coronal (CME), generó alertas a nivel global debido a su potencial para afectar varias tecnologías y sistemas en nuestro planeta.
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¿Qué es una tormenta geomagnética?
Cabe señalar que una tormenta geomagnética ocurre cuando el viento solar, compuesto por partículas cargadas y energía, interactúa con la magnetosfera terrestre, que es la capa protectora que rodea la Tierra. Esta interacción provoca cambios en los campos y corrientes magnéticas que rodean el planeta, lo que puede tener efectos notables en las tecnologías que utilizamos a diario. En este caso, el fenómeno natural alcanzó el nivel G4 en la escala de la NOAA, lo que indica un fenómeno de gran severidad.
¿Cómo afecta la nueva tormenta geomagnética a la Tierra?
Ahora bien, las tormentas geomagnéticas severas, como la que se está experimentando, pueden tener una serie de impactos significativos. Uno de los más preocupantes es su efecto en los sistemas de energía, que pueden enfrentar problemas como fallas en el control de voltaje y desconexiones inesperadas en la red eléctrica. Además, las operaciones de satélites y naves espaciales pueden verse comprometidas, afectando la orientación y el seguimiento adecuados.
Otro impacto notable es la interrupción de las comunicaciones por radio de alta frecuencia y la degradación de la navegación por satélite, lo que puede durar varias horas. Estas perturbaciones no solo afectan las comunicaciones globales, sino que también pueden tener un efecto en los sistemas de navegación utilizados en la aviación y el transporte marítimo.
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Finalmente, suelen traer consigo un espectáculo natural: las auroras boreales, que en esta ocasión se han visto en lugares tan inusuales como Alabama y el norte de California. Sin embargo, detrás de esta belleza se esconden riesgos reales para nuestra infraestructura tecnológica, lo que ha llevado al SWPC a activar medidas preventivas para mitigar los efectos adversos.
