Cuando tenemos alguna lesión muscular que solamente requiere de reposo para su recuperación, puede ser muy complejo, puesto que se desconoce si debemos aplicar compresas frías o calientes. Aunque parezca algo poco relevante, es fundamental saber cuál usar, ya que de eso dependerá la rapidez de nuestra mejoría de salud.
Para evitar cualquier tipo de confusión al respecto, te detallaremos cuál es la mejor alternativa ante alguna herida. Sigue los consejos y aplícalos en caso de emergencias; de ser necesario, toma anotaciones.
¿Cuándo usar compresa fría o caliente?
El Colegio Oficial Farmacéuticos de Zaragoza, explica que el uso de compresas frías o calientes en una lesión no es un tratamiento completo, pero sí puede ser de gran ayuda en el proceso de recuperación, por lo que es importante saber cómo aplicarlo correctamente.
Por un lado, explican los expertos de la salud que el frío, se debe usar ante golpes, esguinces, luxaciones, tendinitis, fracturas o roturas de fibras. Puesto que favorecerá a disminuir el dolor, el riego sanguíneo, la inflamación y la contractilidad muscular (espasmos).
Mientras que el calor, debe aplicarse en contracturas, lesiones por esfuerzo, cólicos menstruales, mala postura, rigidez o antes de un entrenamiento físico. La temperatura igualmente tiene efectos analgésicos al disminuir el dolor, aumenta el riesgo sanguíneo y favorece a la relajación muscular.
¿Cuánto tiempo se deben aplicar las compresas?
Además, de identificar la forma en que se deben usar las compresas frías o calientes, también debemos conocer los lapsos de tiempo en que deben aplicarse para que hagan efecto en la lesión o en los músculos.
En el caso del frío, se recomienda hacerlo entre 5 a 15 minutos, esperando 2 minutos entre aplicaciones, ya sea que se haga con bolsas de hielo picado, bolsas de alimento congelado, con baños de agua helada, cremas o geles que tengan ese efecto al aplicarse.
Por otro lado, para el calor, explica que la medida general es de 20 minutos, sin tener un tiempo mínimo entre aplicaciones. Puedes emplear sacos de semillas, mantas eléctricas, cremas o geles que provocan ese efecto en la piel, así lo mencionan los expertos de la salud. Ahora ya sabes cómo usarlo correctamente ante emergencias.