Comer también es uno de los mayores placeres de la vida; sin embargo, existen muchos malos hábitos que tienen que ver con esta actividad. Uno de ellos es comer demasiado rápido y otro cenar muy noche; pero, ¿qué le sucede a tu cuerpo si hace esto?
Nuestro ritmo de vida es bastante ajetreado, de ahí que hayamos adoptado malos hábitos a la hora de comer pues siempre andamos a la carreras, el tiempo no nos alcanza para nada e, incluso, en ocasiones tenemos que recorrer nuestros horarios de comida hasta altas horas de la noche, aunque esto no es necesariamente bueno.
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Cenar es de vital importancia dado que es la última comida del día, pero tampoco debes hacerlo tan tarde, lo recomendable es hacerlo al menos tres horas antes de irte a dormir, esto para evitar problemas de salud.
¿Cómo le afecta a tu cuerpo comer rápido?
Comer rápido puede ser perjudicial por varias razones:
- Indigestión: Comer rápido puede llevar a tragar aire en exceso, lo que puede causar hinchazón, gases y malestar estomacal.
- Sobrealimentación: Cuando se come rápidamente, el cerebro no tiene tiempo suficiente para registrar la sensación de saciedad, lo que puede llevar a comer en exceso y, a la larga, al aumento de peso.
- Mala absorción de nutrientes: La comida que se consume rápidamente puede no masticarse de forma adecuada, lo que dificulta la digestión y la absorción de nutrientes en el cuerpo.
- Reflujo ácido: Comer rápido puede provocar que el ácido del estómago regrese hacia el esófago, lo que puede causar acidez estomacal y malestar.
- Diabetes tipo 2: Algunos estudios han sugerido que comer rápido puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, posiblemente debido a sus efectos sobre la sensibilidad a la insulina y el metabolismo de la glucosa.
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¿Por qué es malo cenar tan tarde?
Cenar tan tarde también es nocivo para la salud por las siguientes razones:
- Dificultad para dormir: Comer justo antes de acostarse puede dificultar conciliar el sueño debido a la digestión activa, lo que puede provocar insomnio o un sueño de mala calidad.
- Reflujo ácido: La comida tardía puede aumentar el riesgo de reflujo ácido ya que, al estar en posición horizontal después de la cena, el ácido estomacal puede fluir hacia el esófago con mayor facilidad, causando acidez estomacal y molestias.
- Aumento de peso: Las calorías consumidas ya muy tarde pueden no ser utilizadas eficientemente por el cuerpo, ya que tiende a disminuir la actividad física durante la noche. Esto puede contribuir al aumento de peso si no se queman estas.
- Digestión alterada: El ritmo circadiano del cuerpo, que regula funciones como la digestión, se ve afectado por comer tarde en la noche, lo que puede interferir con la capacidad del cuerpo para procesar adecuadamente los alimentos y absorber nutrientes.
- Mayor riesgo de enfermedades metabólicas: Algunas investigaciones sugieren que cenar tarde puede estar asociado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2 y la obesidad, esto debido a su impacto en la regulación del azúcar en sangre y el metabolismo de las grasas.
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