Dormir en un avión puede parecer una excelente manera de pasar el tiempo durante un vuelo, especialmente para aquellos que buscan evitar las temidas turbulencias . Sin embargo, ¿qué tan seguro es realmente dormirse antes de que la aeronave despegue? Expertos en vuelo y salud advierten sobre los riesgos asociados con esta práctica aparentemente inofensiva.
¿Cuáles son los riesgos de dormirse en el avión antes de que despegue?
Uno de los principales riesgos de dormirse antes del despegue es la falta de alerta y conciencia por parte de los pasajeros. En caso de una emergencia durante las etapas iniciales del vuelo, como un incendio a bordo o un aterrizaje forzoso poco después de despegar, es crucial que los pasajeros estén atentos y listos para seguir las instrucciones del personal.
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Otro riesgo importante es el barotraumatismo del oído, una condición médica causada por las fluctuaciones rápidas de presión del aire en la cabina del avión. Esta fluctuación de presión puede generar estrés en los oídos, lo que puede resultar en una serie de síntomas desagradables y, en casos extremos, dolorosos.
¿Cuáles son los síntomas del barotraumatismo?
Los síntomas del barotraumatismo del oído pueden variar desde molestias leves hasta dolores intensos y pérdida auditiva temporal. Entre los síntomas más comunes se encuentran el dolor en los oídos, la congestión, dolores de cabeza y una sensación de pérdida auditiva leve. En casos más graves, el aumento repentino de la presión del oído puede provocar dolor agudo, zumbidos en los oídos e incluso sangrado.
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¿Cómo minimizar los riegos asociados con dormirse en el avión antes de que despegue?
Para minimizar los riesgos asociados con dormirse antes del despegue, los pasajeros pueden tomar ciertas precauciones. Una de las recomendaciones más importantes es mantenerse despierto y alerta durante las fases críticas del vuelo, como el despegue y el aterrizaje. Además, se aconseja que mastiquen chicle o bostecen durante los cambios de altitud para ayudar a minimizar la presión en los oídos.
