El fin de año se acerca y con él la idea de empezar a hacer rituales para atraer la abundancia y la riqueza a nuestros hogares. Aunque muchos expertos comparten recetas con ingredientes raros o exóticos y con miles de pasos, existen otros exponentes de la espiritualidad y el esoterismo que aseguran que elementos que ya tenemos en casa, como la sal, nos pueden ayudar a manifestar eso que deseamos.
Además de ser utilizada como ingrediente en la cocina, la sal también ha sido empleada desde hace miles de años en diversos rituales pues se cree que su energía se asocia con la protección y la buena suerte, es capaz de eliminar las malas vibras y de ayudarnos a atraer la abundancia y la prosperidad a nuestras vidas.
¿Te quieres despedir de un ser querido? La Bruja Zulema te dice cómo
El ritual con sal para atraer dinero a tu hogar
De acuerdo con expertos en prácticas espirituales y astrología, este ritual con sal es de los más poderosos para limpiar la energía en nuestro hogar y atraer riqueza, prosperidad y abundancia. Uno de los pasos más importantes es que debe realizarse los días domingo, puede ser de manera semanal, quincenal o mensual, siendo el primer fin de semana del mes el que hará que obtenga mayores resultados.
Para realizar este ritual solo se necesita de dos ingredientes que son: un vaso de agua y dos cucharadas de sal marina de grano. Una vez listos los ingredientes lo que deberás hacer es tomar un recipiente grande y hondo en donde los mezclaras hasta disolver completamente los granos de sal.
Una vez obtenida esta mezcla deberás lavarte las manos con el agua de sal mientras haces una afirmación que evoque a la protección, la limpieza de energías y la atracción de la abundancia, algo como:
“Reclamo el poder protector y purificador de la sal, este elemento me ayudará a que en mi hogar haya dinero y riqueza en abundancia”.
Este procedimiento lo debes repetir hasta que termines con toda el agua de la preparación, es importante que al finalizar de lavarte las manos con la mezcla no te la limpies, solo sacude tus manos y espera que solas se sequen.
